Gracias, PePe, porque gracias a vosotros la ciudadanía ha madurado y ya
no volverá a comulgar con ruedas de molino, pues ha aprendido que no nos
representáis y que no nos merecéis respeto alguno.
Gracias, PePe, porque al haber abducido a los medios hemos progresado en las redes sociales. Y no pasa nada.
Gracias, PePe, porque al haber abducido a los medios hemos progresado en las redes sociales. Y no pasa nada.
Gracias, PePe, porque manipulando en vuestro exclusivo favor y beneficio
a las instituciones tales como el Consejo General del Poder Judicial con el que
conseguís impunidad, el Tribunal Constitucional que sólo utilizáis para no compartir el poder, el
Tribunal de Cuentas que ni sabe ni quiere sumar y restar prestándose a actuar contra todo lo que os estorbe en
vuestra carrera al enriquecimiento ilícito, el Tribunal Supremo que prevaricó apartando
al juez Garzón del caso Gürtel, etc. etc. etc., manipulándolos habéis
despertado a la población civil para que se percate de que estas instituciones,
cuando son títeres, no merecen nuestro respeto (ahí tenéis Cataluña) porque se han vuelto cáscaras
vacías y pueden y deben ser desobedecidas e ignoradas. Y no pasa nada.
Gracias, PePe, porque vuestros intentos de amedrentarnos para hacernos manipulables y sumisos nos han obligado a ser rebeldes.
Gracias, PePe, porque vuestros intentos de amedrentarnos para hacernos manipulables y sumisos nos han obligado a ser rebeldes.
Gracias, PePe, por haber sido tan opacos que eso nos ha permitido veros en pelotas, porque os habéis mostrado en cueros.
Gracias, PePe, porque amordazándonos y aplaeándonos en las calles como a animales, habéis quedado aislados en vuestras jaulas doradas con vuestros propios excrementos.
Gracias, PePe, porque nos habéis enseñado que el político ladrón cuanto más roba menos vale.
Gracias, PePe, porque gracias a vuestro autoritarismo y desprecio por la gente, los jóvenes han podido imaginar lo que fue el execrable régimen franquista. Y claro, no quieren repetirlo.
Gracias, PePe, por haber sido tan arrogantes que eso nos ha permitido despreciaros.
Gracias, PePe, porque gracias a que habéis mentido tanto ya no podéis engañarnos.
Gracias, PePe, porque al distanciar la política y las instituciones de la población civil y de la realidad social, os habéis ido tan lejos que ya no se os percibe ni se os escucha. Para nada. Y aquí no pasa nada.
Gracias, PePe, porque amordazándonos y aplaeándonos en las calles como a animales, habéis quedado aislados en vuestras jaulas doradas con vuestros propios excrementos.
Gracias, PePe, porque nos habéis enseñado que el político ladrón cuanto más roba menos vale.
Gracias, PePe, porque gracias a vuestro autoritarismo y desprecio por la gente, los jóvenes han podido imaginar lo que fue el execrable régimen franquista. Y claro, no quieren repetirlo.
Gracias, PePe, por haber sido tan arrogantes que eso nos ha permitido despreciaros.
Gracias, PePe, porque gracias a que habéis mentido tanto ya no podéis engañarnos.
Gracias, PePe, porque al distanciar la política y las instituciones de la población civil y de la realidad social, os habéis ido tan lejos que ya no se os percibe ni se os escucha. Para nada. Y aquí no pasa nada.
Marchaos lejos, Pepes, marchaos. Para no volver. Apestáis. Y aquí ya no se os espera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario