En Irán. Lo cuenta Angeles Espinosa,
corresponsal de El País en Dubai. Así:
Guerra de
los ayatolás contra el apretón de manos

Más grave aún si se produce entre personas de distinto sexo. Aunque los
musulmanes más estrictos rechazan el contacto físico entre hombres y mujeres
que no sean familia, en Irán se trata de una política oficial. Ya se ha hecho
habitual ver cómo los responsables iraníes no dan la mano a la jefa de la diplomacia
europea. En el ámbito privado, es diferente.
Los más intransigentes llevan mal esa liberalidad y a menudo lo usan
como pretexto para endurecer los castigos a los críticos. Tal ha sido el caso
de Fatemeh Ekhtesari y Mehdi Moosavi, dos poetas a cuyas sentencias de varios
años de prisión, se han sumado 99 latigazos por “relación sexual ilegítima a un
paso del adulterio”, como el juez definió el que hubieran dado la mano
a personas del otro sexo, según ha contado su abogado.
La dibujante satírica Atena Farghadani, condenada el pasado junio a 13
años de cárcel por una viñeta en la que representaba a los diputados como
animales, ha denunciado que en agosto las autoridades penitenciarias la
sometieron a una “prueba de virginidad y embarazo” tras acusarla de
“relaciones sexuales ilegítimas” por dar la mano a su abogado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario