martes, 3 de noviembre de 2015

1098 (M 3/11/15) El sadismo de las elites extractivas

“Sí, la política económica austérica de este gobierno (bueno…,  la política económica y todo lo demás) es disparatada, cruel, asesina, torpe, ineficaz (para los demás, que no para ellos)…, pero no podemos añadir que lo hagan a conciencia, con mala fe, con la perversa intención de dañar…, no hay ningún político que quiera eso, sería inhumano, conocéis alguno que pueda ser así? Yo no distingo a ninguno”, etc. (y al decir esto no se percatan de que si no los distinguen es porque todos son iguales, el que no roba porque lo encubre, y el que no encubre, porque lo comparte.)
       Estoy harto de oír esta estupidez. Las elites extractivas no disfrutarían de su estatus y de su dinero si no pudieran distinguirse de la chusma, a la cual tienen que sacrificar para que ellos disfruten de sus privilegios. De nada les serviría enriquecerse si su robo permanente no fuera acompañado de medidas que aseguren el sufrimiento de los estafados, de la humillación de los expoliados, del exabrupto “que se jodan!” de la parlamentaria del PP tan reiterado en este blog.
Yo los entiendo. Los pobres ricos necesitan dar por saco por el placer de hacer daño. Así, sin más, de otro modo no se distinguirían como elite, de nada les serviría. Porque el poder se disfruta tanto más cuanto más se abusa de él. Y encima, a ver quién me lo explica, los explotados se hacen masocas, parece que disfrutan cuando los sodomizan, no de otro modo se entiende que les sigan votando una y otra vez. A ver si nos enteramos, que no acabaremos con los sádicos mientras haya masoquistas!

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