Ayer intentamos poner cierto orden y rigor
en el debate sobre la conveniencia o no de una Banca pública. Hoy nos toca
hacerlo con la Deuda.
Antes de nada recordemos cómo empezamos la entrada de ayer: “no nos
ayudará hacer críticas sin fundamento a las instituciones porque de ese modo las
galvanizamos, protegemos, contra las críticas que realmente se merecen”.
La deuda de los cojones, qué cojones es la deuda?
. En la década de los 50 el alcalde de Madrid, conde de Mayalde, era
aplaudido por haber tenido superávit en las cuentas del Ayuntamiento. Una
aberración. digna de Weismann. O gravó con impuestos más de lo debido, o se gastó menos de lo debido,
lo cual en cualquier caso indica una mala gestión. El Ayuntamiento debe prestar
el máximo de servicios con el mínimo coste. Y si para ello tiene que
endeudarse, bienvenida sea la deuda que ello conlleve. La deuda pública no
tiene nada que ver con la privada! Las infraestructuras y servicios prestados
mediante un endeudamiento hace posible que los ciudadanos disfruten de ellos
ahora, ya, sin tener que esperar los años que serían necesarios para poder
financiarlos.
Dónde está el límite del monto de la deuda? Allí donde los pagos de
intereses mermen los recursos actuales.
Los pagos del principal de la
deuda se realizan normalmente refinanciándola. Se emite la misma deuda que la
que vence y así su volumen se mantiene idéntico. Lo que merma los ingresos
actuales es el tipo de interés que se
paga por ello. Pero no existe tal merma si el % de interés que se paga es igual
o menor que el % de incremento del IPC (índice de precios del consumo). Porque
si el IPC sube, digamos, un 5 %, mis deudas ya no son las que eran sino un 5%
menos! ya que se ha devaluado en un 5% lo que se traduce en un 5% más en mis
ingresos.
Conclusión: el volumen máximo de deuda deseable no debe calcularse en
relación con el PIB (producto interior bruto), que es lo que venimos haciendo
erróneamente todos los días, sino con el tipo de interés en relación con el
IPC, lo cual es algo bien distinto, es más, no tiene nada que ver.
Hoy tenemos un PIB y una Deuda (pública) del mismo importe, 1 billón €.
Muy bien, y qué? La estamos refinanciando cada día con total normalidad. El
tipo de interés es de un 1% ¿y el IPC también lo es? Pues perfecto, la
situación es óptima, sin más. La prudencia aconseja que el volumen de deuda sea
algo inferior al PIB (pero no un 40% como quieren en Frankfurt y en Bruselas!,
para qué?) con el fin de evitar una carga excesiva de intereses si su tipo
creciera. Pues muy bien.
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