sábado, 10 de octubre de 2015

1079 (S 10/10/15) Norte/Sur

(Apuntes a vuelapluma para unas divagaciones disparatadas)

La división antropológica entre tribus paleolíticas de cazadores-recolectores por un lado y por el otro las neolíticas de los agricultores se solaparon hace unos 10.000 años. Y en el tiempo en que convivieron (todavía subsisten residuos de cazadores-recolectores en pequeñas zonas de Australia, Sudamérica y Africa), según cuenta la Biblia, los posibles conflictos se resolvieron a favor de los agricultores: el agricultor Caín mató a su hermano Abel (víctima sacrificial) que, aunque lo identificaron como pastor, parece que estaría más cercano al cazador/recolector que el que lo asesinó (ritualmente?) con una quijada de burro.
        Si identificamos al cazador recolector con los que viven al día, sin preocuparse demasiado del mañana, podemos equipararlo a la cigarra del cuento en el que las hormigas trabajan laboriosamente para asegurarse la comida en el invierno. Por cierto que esa laboriosidad de las hormigas se apoya en una disciplina estricta (militar? fascista? en todo caso uniformada) que se manifiesta en esas hileras donde no cabe ninguna discrepancia. Los “viva-la virgen”/cigarras que disfrutan del momento, carpe diem, por más que merecieran el aplauso de Jesucristo que nos aleccionaba a vivir como los pájaros que encuentran su comida cada día -“cada día tiene su afán”-, no podían merecer de las hormigas más que el desprecio por su indeseable imprevisibilidad y su desidia.
El Norte, que ya hemos visto que está arriba porque lo dibujan los del Norte, apiña en su Centro a los caínes-agricultores que se contraponen a los abeles-cigarras que ocupan el Sur, en la Periferia, con lo que tendríamos:
Norte-Caín-muerte ritual-Centro-agricultor-hormiga versus Sur-Abel-Periferia-recolector-cigarra-víctima sacrificial...   /    …y así podríamos seguir, no sé hasta dónde, pero me parece que ya está bien de disparates.

        (En realidad el relato bíblico no nos desvela nada, sólo constata la evidencia de la victoria de la cultura agrícola sobre las demás, y adolece de un fallo: Caín no mató a Abel, sino que lo hizo su esclavo.)

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