(Apuntes a vuelapluma para unas divagaciones
disparatadas)
La división antropológica entre tribus
paleolíticas de cazadores-recolectores por un lado y por el otro las neolíticas
de los agricultores se solaparon hace unos 10.000 años. Y en el tiempo en que
convivieron (todavía subsisten residuos de cazadores-recolectores en pequeñas
zonas de Australia, Sudamérica y Africa), según cuenta la Biblia, los posibles
conflictos se resolvieron a favor de los agricultores: el agricultor Caín mató
a su hermano Abel (víctima sacrificial) que, aunque lo identificaron como
pastor, parece que estaría más cercano al cazador/recolector que el que lo
asesinó (ritualmente?) con una quijada de burro.
Si identificamos al cazador recolector
con los que viven al día, sin preocuparse demasiado del mañana, podemos
equipararlo a la cigarra del cuento en el que las hormigas trabajan
laboriosamente para asegurarse la comida en el invierno. Por cierto que esa
laboriosidad de las hormigas se apoya en una disciplina estricta (militar?
fascista? en todo caso uniformada) que se manifiesta en esas hileras donde no cabe ninguna
discrepancia. Los “viva-la virgen”/cigarras que disfrutan del momento, carpe diem, por más que merecieran el
aplauso de Jesucristo que nos aleccionaba a vivir como los pájaros que
encuentran su comida cada día -“cada día tiene su afán”-, no podían merecer de
las hormigas más que el desprecio por su indeseable imprevisibilidad y su
desidia.
El Norte, que ya hemos visto que está arriba porque lo dibujan los del Norte, apiña en su Centro a los caínes-agricultores que se contraponen a los
abeles-cigarras que ocupan el Sur, en la Periferia, con lo que tendríamos:
Norte-Caín-muerte ritual-Centro-agricultor-hormiga versus Sur-Abel-Periferia-recolector-cigarra-víctima sacrificial... / …y así podríamos seguir, no sé hasta dónde, pero me parece que ya está
bien de disparates.
(En realidad el relato bíblico no nos desvela nada, sólo constata la
evidencia de la victoria de la cultura agrícola sobre las demás, y adolece de
un fallo: Caín no mató a Abel, sino que lo hizo su esclavo.)
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