Estoy más harto que Mafalda del conflicto catalán. Siempre admiré a los catalanes por su seny pero admito que me han decepcionado al dejarse arrastrar masivamente (más de un tercio de la población!) por unos descerebrados cuyo único objetivo es tapar su corrupción con una cortina heroica y disparatadamente patriotera. Son éstos los causantes, pero no son los únicos. El gobierno del PP, en una torpeza más de las muchas a 1as que nos tienen acostumbrados, recurrió el estatut catalán que había sido aprobado y confirmado legalmente motivando con ello la fácil manipulación de una masa enfebrecida que salió a calle bajo la batuta de quienes supieron sacar provecho de tanto disparate junto.
El movimiento separatista no va a ningún lado. Es una reacción emocional que exige que le presten atención. Bastaría dejarles a su aire para que se dieran cuenta de que el simple proceso de su absurda separación les impediría llevarla a cabo. Puestos al pie del precipicio yo les hubiera animado, incluso dado un pequeño empujoncito, para que sintieran el vértigo esplendoroso de una caída en vacío que en todo caso no habría sido letal sino que les habría vacunado de este infantilismo. Pero hete aquí que de nuevo interviene el gobierno del PP declarando ilegal la votación y forzando la imputación del presidente de la Generalitat, provocando un motivo real, ahora sí, para formar una piña contra un enemigo real, éste sí, dando sentido al movimiento independentista como nunca antes lo tuvo.
Entiendo que se quiera salir del euro, que ha resultado ser una trampa. Pero romper un territorio por un sentimiento de superioridad..., qué les ha ocurrido a mis amigos catalanes a los que yo tanto admiraba? Quieren salir de la península ibérica? se dan cuenta de que el Barça ya no podría jugar en la Liga contra su enemigo real, éste sí, el Real Madrid? El Roto una vez más ilustra el despropósito de este conflicto que me tiene harto, como él sabe, con la rabia y (mal) humor que este tema provoca.
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