Son muchas, ya demasiadas, las veces que oigo decir "hecatombes" en contextos que traicionan el origen de este término. Los hecaton (cien) bous (bueyes) se referían a los sacrificios a Zeus, con ánimo festivo y exultante, acuciados por el olor de la carne, de 100 bueyes!, asándose y la humareda consiguiente. Pero parece ser que nos hemos quedado con sólo los humos y los hemos asociado a bombardeos, o a explosiones de terremotos o volcanes, o al menos a catástrofes, término griego que -éste sí- tiene un significado destructivo.
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