La CUP, Candidatura d’Unitat Popular, salta de la nada a 10 escaños en el
Parlament catalá, siendo ahora la llave que puede abrir o cerrar el
procés catalá independentista. ¿Quiénes son y qué defienden? Una fuerza de
extrema izquierda pacífica, anticapitalista que, entre otros objetivos (anticorrupción,
descartando por ello en todo caso a Artur Mas… ), aboga por sacar a Cataluña de
España…, del euro y de Europa. De España, porque aplica una política económica
austérica que expolia a la clase trabajadora para llenar más, si cabe, los
bolsillos de los ricos; de Europa porque impone esa política austérica; y del
euro porque no es una moneda europea sino una trampa letal para los países que
la adoptan, como hemos visto en Grecia y en España. ¿Cómo puede hablarse de una
moneda europea cuando el “euro alemán” paga por sus créditos un, digamos, 1%
mientras que un “euro español” por ese mismo crédito tiene que pagar un 1,7%,
un 70% más que los alemanes, que ha llegado a ser un 7%, cuando la
prima de riesgo llegó al nivel de 700? Por eso preconizan salirnos de esa cárcel
monetaria para recuperar nuestra soberanía económica y poder aplicar una política
social que a Europa le da alergia.
Y lo “peor” es que, si yo
hubiera sido residente en Cataluña, habría votado a la CUP!
(Me ganó Antonio Baños, su portavoz y coordinador, en el debate a 7 televisado de los candidatos a la presidencia de la Generalitat en las elecciones catalanas. Su intervención en el programa "El Intermedio" de la Sexta, unos días después de las elecciones, rebajó un poco el entusiasmo que me despertó.)
(Nada menos que el Nóbel de Economía 2001, Stiglitz -ver pot de antesdeayer en este mismo blog- diagnostica que el furor separatista catalán es un efecto directo de la política austérica impuesta por el gobierno central de Madrid. Si a esto añadimos el disparate del recurso contra el Estatut ante el Tribunal Constitucional por el PP, más otros motivos que serían fáciles de encontrar, habrá que admitir que un altísimo porcentaje de la rabia catalana se debe al gobierno central del excelso partido del PP.)
Y lo “peor” es que, si yo hubiera sido residente en Cataluña, habría votado a la CUP!
(Me ganó Antonio Baños, su portavoz y coordinador, en el debate a 7 televisado de los candidatos a la presidencia de la Generalitat en las elecciones catalanas. Su intervención en el programa "El Intermedio" de la Sexta, unos días después de las elecciones, rebajó un poco el entusiasmo que me despertó.)
(Nada menos que el Nóbel de Economía 2001, Stiglitz -ver pot de antesdeayer en este mismo blog- diagnostica que el furor separatista catalán es un efecto directo de la política austérica impuesta por el gobierno central de Madrid. Si a esto añadimos el disparate del recurso contra el Estatut ante el Tribunal Constitucional por el PP, más otros motivos que serían fáciles de encontrar, habrá que admitir que un altísimo porcentaje de la rabia catalana se debe al gobierno central del excelso partido del PP.)
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