jueves, 26 de febrero de 2015

1056 (J 26/2/15) Contradicciones de la vida política

       La moral va por un lado, cualquiera que sea ésta, y la realidad por otra. Cuando el griego Tsipras quiere imponer sus valores morales sobre la política austérica europea, choca y se desvía de la realidad. Cuando la Troika impone sus acuerdos, prescinde de cualquier valoración moral (fuera del pacta sunt servanda), incluido el principio tan proclamado del “proyecto europeo de consolidar la paz y la democracia mediante una prosperidad compartida”. Una realidad moral es tanto una contradicción en los propios términos como una retórica vacía que no lleva a ningún lado.

        Otra incongruencia es la verdadera realidad de los rescates. ¿A quién rescata Europa cuando presta “ayudas cómodas y económicas” a países con dificultades (financieras)? ¿A esos países? No! Rescatan en realidad a los bancos acreedores de esos países. Y cómo? qué condiciones imponen? exigiendo aún más sacrificios a los más necesitados para que caiga sobre ellos la carga de rescatar a los bancos acreedores extranjeros. Es con los fondos que detraen de los recursos de los menesterosos que llenan las arcas públicas y las cajas de las Cajas.

        El tema es tan cruel y surrealista que sus gestores, los políticos, mienten más que hablan y colisionan histéricamente con todo lo que se encuentran al correr desesperados como pollos sin cabeza. Porque ya no sólo son corruptos hasta la médula, es que están tan desquiciados que, velando por su salud, deberíamos retirarlos y llevarlos a un tratamiento clínico psiquiátrico. Estamos siendo gobernados por enfermos que están locos de atar!

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