domingo, 8 de febrero de 2015

1038 (D 8/2/15) La recalcitrancia de los neo-reaccionarios.com

Hoy es Krugman el que habla: de economía vudú, de wishful thinking, del que confunde la realidad con sus deseos, en su artículo semanal “La máquina del tiempo vudú”.      

       Los resultados económicos a corto plazo nada tienen que ver con los gobiernos de turno, pero éstos achacarán los resultados, si son malos, a los Gobiernos anteriores, y se apuntará los buenos, como si tuviera algo que ver con ellos.

      Es innegable, hace falta mala fe para negarlo, el buen hacer y éxito de Obama tanto en la política económica como en la asistencia médica con su Obamacare.  Pero el Congreso, mayoritariamente republicano, proclama que los éxitos se deben a su labor legislativa cuando en realidad no sólo no han colaborado nada, sino que han rechazado todas, todas, las iniciativas legislativas del presidente norteamericano. Y cuando ya no les queda más remedio que aceptar los buenos resultados, entonces argumentan que se están manipulando los números por parte del Ejecutivo.

        Lo que nunca hará el Congreso republicano norteamericano será reconocer sus errores, ni por asomo. “En algunos casos, puede que ni siquiera sepan que estaban equivocados. Después de todo, los medios de comunicación conservadores no son conocidos precisamente por la ecuanimidad de su información. Si su idea de cómo va la reforma sanitaria se basa en Fox News, probablemente tengan la sensación de que ha sido un completo desastre, aunque en realidad haya sido un éxito que ha sorprendido incluso a los partidarios de la ley.


        No obstante, la cuestión principal es que estamos contemplando una subcultura política en la que los dogmas ideológicos, sencillamente, no se cuestionan, pase lo que pase. La ley de la oferta es válida independientemente de lo que esté ocurriendo realmente en la esfera económica, el seguro sanitario garantizado tiene que ser un fracaso aunque funcione, y cualquiera que señale los hechos inquietantes se convierte automáticamente en un enemigo. Lo peor es que no caben compromisos, acuerdos o negociaciones: No puede haber una cooperación significativa cuando no podemos ponernos de acuerdo acerca de la realidad, cuando hasta los altos cargos del partido Republicano creen básicamente que los hechos tienen un sesgo progresista.”

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