Aberrante y cruel, inútil y reaccionaria, antisocial y desastrosa, genocida y disparatada, y no sé cuántas cosas más. Me refiero a la política austérica de ajustes presupuestarios cuyo fin principal es asegurar el cobro de sus créditos por las Cajas alemanas. Llevan con ella ya más de tres años. Y encima bajo los dictados del presidente de su Banco Central, el Bundesbank, que barre para dentro como nunca se había visto ni espero que se verá.
Es Joaquín Estefanía quien
nos guía en este alegato contra una política que se ha demostrado tan inútil
como injusta de la que nos va a costar salir sangre, sudor y lágrimas, y en
todo caso con unos traumas y secuelas difíciles de restañar.
El permanente debate de política económica, que ha durado toda la Gran
Recesión, entre los partidarios de ajustar las economías primero para que luego
creciesen (los ortodoxos), y los que defendían que era imprescindible crecer
antes para ajustar después (los pragmáticos), ya tiene un vencedor claro: EE
UU, el representante más genuino de la segunda opción. Sus datos
macroeconómicos (el crecimiento y, sobre todo, la creación de puestos de
trabajo) avalan esa victoria con gran holgura.
$ WANTED $ |
A pesar de lo cual este Gobierno sigue erre que erre con su política
económica dictada desde Frankfurt por el Bundesbank.
No hay comentarios:
Publicar un comentario