1034 (S 4/2/15) Recuperaciones (y restituciones)
El 15 de diciembre del año 2014 dijo nuestro muy querido, respetado y
admirado presidente del Gobierno que “ya se acabó la crisis. Hemos
iniciado la fase de la recuperación…”. Y si él lo
dice, no podrá ser de otra manera. Así que es de esperar que tras estas fiestas
nos regale recuperando, reponiendo, por
ahora nos conformamos, solamente reponiendo, o mejor restituyendo, parte de los
destrozos que la política económica (no él, sino la política económica), ha
venido causando en la población civil y en especial entre los más menesterosos.
Que se acabó la crisis? que nos estamos ya recuperando? pues entonces…, manos a
la obra!: recuperemos lo que nos han expoliado! (de otro modo no podríamos
creer al Presidente, y en qué cabeza cabe tal dislate?)
Y así, esperemos recuperar lo perdido en
materia de paro, depresión de la capacidad adquisitiva, desigualdad económica y
social, deterioro de los servicios públicos indispensables para los más débiles,
que “son al mismo tiempo resultado y causa de una crisis maléfica, por
recidivante”, en palabras de Xavier Vidal Folch, en su artículo “Merry
Christmas, mister president”, del 18/XII/2014, quien exige de inmediato, para
que la exultante declaración del Presidente sea creíble, recuperar quirófanos,
becas, moratoria en los desahucios, dación en pago... Pues “lo que toca es
devolver con urgencia a los grandes paganos de su factura el importe de su aportación.
Y para que eso fuese creíble, debería 1) procurarse que la ayuda llegase a
todos los hogares con todos sus miembros en paro (1,8 millones); 2) decretarse
una moratoria en las ejecuciones hipotecarias de viviendas habituales a cargo
de los bancos (1.200 semestrales); 3) recuperarse los 210 millones de euros en
que se han reducido las becas escolares en el último bienio y volverlas a
dotar; 4) reabrirse los centenares de quirófanos cerrados y camas hospitalarias
canceladas en verano (1.100 solo en la Castilla-La Mancha de la incorrupta
Cospedal). Y...”. No podemos continuar si no queremos agotar el blog entero.
O acaso, quizás, no lo quiera dios, era todo
una broma de pésimo gusto inaceptable en la boca del sr. Presidente? Porque no
lo dijo el día 28, día de los Inocentes, sino trece días antes…, claro que el
13 es un mal número (para los supersticiosos).
Y ya puestos en el campo de
las restituciones, recuperaciones, compensaciones, indemnizaciones, o como
queramos llamarlo, ¿cómo podemos conformarnos con que a los corruptos descarados
(aquéllos que no ha habido más remedio que encarcelarlos por el escándalo y
alarma social que generaban), no se les obligue a devolver lo robado?. Claro que con el tiempo que tardan en declarar la condena, cuando
llegan a la sentencia ya no se acuerdan de lo robado. Eso las que no hayan
prescrito.
Así que vamos, querido sr.
Presidente, sea coherente con lo que ha declarado y empiece a devolvernos lo
que nos han quitado. Las “secuelas” que ud. mismo mencionaba, se acuerda? No
nos refrote la sardina por la cara para luego dejarnos como estábamos. No será
capaz… O sí?
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