viernes, 19 de diciembre de 2014

989 (V 19/12/14) La “guerra híbrida” (Ucrania, foco nuclear actual en Europa)

     El término "guerra fría" cuajó en el siglo XX. El de "guerra híbrida" no parece que vaya a perdurar.

Cecilia Ballesteros emplea el término de “guerra híbrida” del siglo XXI, ya utilizado por George Kennan en 1948 y confirmado por el estado-unidense Frank Hoffman, en contraposición al de “guerra fría” del siglo XX, con motivo de la crisis de Ucrania. La hibridez proviene del uso de “fuerzas regulares e irregulares, más una desinformación y aparatosa presencia militar en una ofensiva limitada”, como ha ocurrido con la intervención rusa en el este de Ucrania. “Se trata de una fusión de soldados con y sin uniforme, paramilitares, tácticas terroristas, ciber-defensa, narco-conexiones, insurgencia urbana y fusiles AK-47”. “Es una combinación de medios e instrumentos, de lo previsible y lo imprevisible. No hay fronteras entre lo legal y lo ilegal, entre la violencia y la no violencia. No hay una distinción real entre guerra y paz”, dice Félix Arteaga, investigador de Seguridad y Defensa del Real Instituto Elcano. Es la guerra de Putin en Ucrania y en el misterioso episodio del submarino ruso frente a las costas suecas o el aún más misterioso derribo del avión malasio en la zona de Donetsk.

     La OTAN no quiere entrar al trapo de una guerra híbrida con Rusia para contrarrestar la guerra híbrida soviética, sino que se inclina por sanciones económicas y financieras y por la disuasión, que incluye la creación de una fuerza de acción inmediata para incrementar la protección de Europa del Este, cuyos detalles se confirmarán en una reunión en febrero, así como maniobras militares para 2015 en la frontera oriental de Ucrania, y bases permanentes en 2016 (*): Lo importante no es ganar la batalla sobre el terreno, sino que el otro se rinda, por presión de su opinión pública. “Rusia solo quiere ser tomada en serio”. Incluso se consideran otros dos frentes híbridos: uno, el de Georgia, Moravia y China, y el otro la amenaza yihadista en el Mediterráneo. Pero no llegan a la propuesta reciente de Mijail Gorvachov sobre una “casa común europea”, quien sugiere una eventual incorporación de Rusia, junto con Ucrania, en la propia OTAN. Lo cual, hoy por hoy, más que difícil, o imposible, se nos antoja surrealista. En todo caso recientemente Hollande ha tomado la iniciativa de aflojar la tensión del conflicto en Ucrania mediante lo que ellos han dado en llamar una “desescalada”.

(*)En la entrada del 4/11/14, vide 944, sugeríamos tres medidas para paliar el conflicto en la frontera ruso-ucraniana: una, ayuda financiera generosa para su desarrollo económico; dos, erradicar la corrupción que parece que abunda en todos los niveles, y tres, instalación de bases militares de la OTAN en la frontera con Rusia que desanimen a sus vecinos de nuevas veleidades.

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