La regeneración que se nos viene encima incluye
a las instituciones eclesiásticas. Su "casta" de obispos tales como Rouco (por la edad, encubridor que lo fue), Cases Andreu de Canarias, Ureña
de Zaragoza o Martínez de Granada, van siendo fumigados con la llegada de los
nuevos tiempos.
Francisco Javier Martínez, arzobispo de
Granada, pertenece al movimiento Comunión y Liberación y a los obispos de la
vieja guardia. Amigo del cardenal Rouco, fue su obispo auxiliar, hasta que lo
destinaron a Córdoba donde se enfrentó con el entonces todopoderoso presidente
de Cajasur, el canónigo Miguel
Castillejo. Para acabar con la lucha entre ambos, Roma decidió cambiarlo
al arzobispado de Granada, donde también protagonizó varias polémicas. Se
enfrentó con los jesuitas, se echó en manos de los movimientos más
conservadores, remodeló su palacio, construyó una escuela de magisterio
megamoderna, endeudó a la diócesis y dio permiso para publicar en su editorial
libros como el de 'Cásate y sé sumisa', un
texto infumable y machista que él mismo recomendaba desde su púlpito en la iglesia.
El caso de los “Romanones” podría
obligarle a presentar su renuncia, si es que no lo despiden desde Roma. Al
menos, por no ejercer su responsabilidad in vigilando. La víctima que denunció este caso (hay otras que aún no se han atrevido a hacerlo) tiene hoy 24
años, es supernumerario del Opus
Dei y profesor en una ciudad del norte de España. Sufrió abusos
desde los 13 años a los 18. Envió una carta de 7 folios (al Papa, no se fiaría
del arzobispo), contándole detalladamente su calvario. El Papa contestó a su
carta, llamándole dos veces por teléfono, una para pedirle perdón en nombre de la Iglesia y otra posterior para animarlo a denunciar su caso ante la Justicia civil, cosa que hizo la
víctima. Los abusos comenzaron a cometerse en 2006 y Martínez es arzobispo de
Granada desde el 2003. El Papa Francisco impulsó el proceso enviando
dos jueces canónicos desde Roma, fruto de lo cual fue que el arzobispo de
Granada suspendiera a divinis a tres de los imputados. Aunque
colocó a otros miembros del clan como sustitutos.
Tres sacerdotes, pues, y un seglar están ya imputados, por ahora. Se espera que aumenten los
encausados como encubridores, como cómplices o como testigos. El clan de los
"Romanones", que toma el nombre de su líder el sacerdote Román MVdC,
actuaba como una secta, captaba a los menores como monaguillos, los convencía para distanciarse o romper son sus padres y los adoctrinaba para que no considerasen el sexo como un
pecado. Regentaban parroquias en la capital, en la costa y en la Alpujarra. Disponen de propiedades, parcelas y chalets en la playa. Engatusaron
a una farmacéutica de Orgiva para que les legara (como albaceas) una decena de
millones que invirtieron en 19 edificios en distintas plazas. Sus familiares
han denunciado el caso ante los tribunales.
Por si no fuera bastante, el arzobispo de
Zaragoza, el valenciano Manuel Ureña, presentó su dimisión al cargo al Papa
Francisco el pasado 12 de noviembre “por motivos de salud”, renuncia que ha
sido aceptada de inmediato por el Sumo Pontífice. En realidad lo han fulminado desde el Vaticano
cuando conocieron que Monseñor había compensado (reparado, indemnizado…) con
100.000 € al joven diácono Daniel Peruga, objeto de acoso sexual, según él, por su párroco
Miguel Angel Barco en el municipio de Épila, Zaragoza, durante los años 2011 a
2014, el cual, tras haberle denegado el acceso al sacerdocio, ha interpuesto contra
él una denuncia por calumnias. Ureña ha agradecido a todos los fieles de la
diócesis su afecto y cariño durante los años que ha estado en Zaragoza, a donde
llegó el 2 de abril de 2005. (Suena a necrológica. Lo es).
Me pregunto si en Roma estarán pensando en declararnos Prostíbulo Canónico de la Coima Universal.
Pero anda que el de Canarias, el Excmo. sr. arzobispo Monseñor Franciso Cases Andreu, que echa la culpa de estos abusos sexuales a las víctimas que son los que les provocan...!
Me pregunto si en Roma estarán pensando en declararnos Prostíbulo Canónico de la Coima Universal.
Pero anda que el de Canarias, el Excmo. sr. arzobispo Monseñor Franciso Cases Andreu, que echa la culpa de estos abusos sexuales a las víctimas que son los que les provocan...!
Y pensar que a este colectivo de
discapacitados mentales les financia el gobierno con más de 10.000 millones de € cada
año...
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