lunes, 24 de noviembre de 2014

964 (L 24/11/14) Diversidad y difusión cultural. Etnocentrismo

Los humanos hemos evolucionado gracias a la diversidad de culturas, sus confrontaciones y la difusión de sus hallazgos entre ellas. La difusión cultural es un tema que me apasiona especialmente. Todos los grupos humanos han integrado en sus culturas los mitos, valores y tradiciones de otros grupos que se hubieran mostrado más eficaces que las propias. Entendiendo por eficacia la supervivencia y desarrollo de sus propias instituciones. La velocidad de esas importaciones es vertiginosa (en términos evolutivos): por ejemplo el más importante hallazgo de la humanidad hasta el presente, i.e.: la agricultura, que comenzamos en Mesopotamia en el año 9.000, se consolidó como extensiva hacia el 6.000 iniciando su difusión a un kilómetro por año! (en términos relativos yo lo veo como velocidad de internet) por lo que llegó en el 3.000 a China por el Este y a España por el Oeste. A pesar de la opinión casi unánime, con Arnold Toynbee, Marvin Harris y los más insignes historiadores a su cabeza, sobre la capacidad del ser humano de inventar las mismas cosas en tiempos y lugares diferentes “cuando, y si, se dan las mismas circunstancias” (lo que me suena a un intento sesgado de ensalzar las pirámides mayas, incas y aztecas, como autóctonas, como genuinamente americanas), esta idea me parece inaceptable conociendo como sabemos nuestra habilidad de copiar inventos ajenos. Cómo llegaron las “fotocopias de los planos” de las pirámides egipcias a Mesoamérica no lo sé (a través del estrecho de Bering? bastaba un dibujo en la tierra de un triángulo junto con la idea de “inhumar” al rey sagrado bajo piedras para que pudiera reproducirse, como las plantas cuyas semillas enterradas les permite regenerarse cada ciclo anual en nuevos elementos de su especie), pero me parece mucho más fácil aceptar esta hipótesis que la pretendida genuinidad de inventarlas ex novo -si ya estaban inventadas!, la navaja de Ockam- en tierras americanas.
      Muy fuerte tenía que ser el impacto de las novedades integradas en las culturas importadoras para vencer el inevitable etnocentrismo que blinda lo propio frente a tradiciones ajenas invasoras. Por otra parte, la aceptación de ideas nuevas sufre una fuerte transformación al pasar por el tamiz del contexto cultural del grupo colonizado. Un ejemplo de ántropo-centrismo lo podemos ver en los guiones de las series televisivas sobre animales salvajes cuyo comportamiento los asimilamos torpemente a los humanos. Así, por ejemplo, nos parece malísimo el león que mata a las crías de la leona para que ésta entre en celo de nuevo y pueda reproducirse con ella con cachorros propios, que serán mejores para su especie por la selección natural que implica la victoria del nuevo león sobre el derrotado.
      Dando por terminado este largo y aburrido preámbulo, al tajo:

     Cierto día se alojó en mi casa un adolescente proveniente de un lugar donde no comían pescado. Animado a probarlo, no supo negarse y lo intentó. Por poco tiempo, porque fue comer el primer bocado, con todas las reticencias, y salió corriendo al wáter para vomitarlo, el pescado y la comida anterior, pues el tamaño de lo expulsado superaba con creces el volumen del trozo de pez en mala hora ingerido pero en buena hora expulsado. Durante la semana que estuvo con nosotros, ni le mostramos de nuevo en la mesa ningún tipo de pescado, ni mucho menos lo comimos. Ni siquiera cuando fuimos un fin de semana a bañarnos en la playa de Cádiz. El proceso de etnocentrismo fue tan breve como intenso: cómo podía el ser humano comer eso?
     La historia acaba con una carta que nos llegó meses más tarde comunicándonos que el adolescente, al parecer ya no tanto, había formado en su lugar de origen un club del pescado! que acudía “religiosamente” el primer viernes de cada mes a comer sushi en un restaurante japonés! Este es otro ejemplo de difusión cultural, no tan aparatoso como el de las pirámides egipcias entre los mayas, pero no por ello menos singular.

No hay comentarios:

Publicar un comentario