domingo, 23 de noviembre de 2014

963 (D 23/11/14) Di-vagando por el planeta global

$   WANTED   €
He sentido vergüenza ajena viendo cómo nuestro presidente del gobierno, a quien se le caía la baba en la foto del G20 en Brisbane, no dejaba de mirar a la cámara para disfrutar de su status y reconocimiento, lo que confirmó poniendo a España como ejemplo de política económica, cuando su asiento lo pudo ocupar como herencia, ésta sí, que le dejó Zapatero. Como un niño, que es, con zapatos nuevos. Sólo le faltó abrir dos dedos en señal de victoria.
         El objetivo declarado de estas reuniones ya no son, como lo eran al comienzo de las nueve que se han celebrado, las desigualdades, los paraísos fiscales, la hambruna, la pobreza universal…, sino que ahora descaradamente tratan de lo que realmente les preocupa: de los sistemas financieros, de su liquidez, de los mercados de crédito y del estancamiento de las economías. Para solucionar lo cual proponen “inversiones públicas” en infraestructuras físicas y tecnológicas. Puro Keynes, el tan denostado Keynes, aunque no lo citen ni se acuerden de él. Sabiendo, como sabemos, que cuando Angela Merkel lleve las medidas propuestas a su gabinete ya llegará el tío Weidman con las rebajas: las medidas de una política económica expansiva deben esperar a que se hayan asentado las bases de una política de ajustes presupuestarios. Y así lleva el teutón este diez años, tomándonos el pelo, e imponiendo la defensa del cobro de sus préstamos por los bancos alemanes contra la imperiosa necesidad de hacer crecer la economía en Europa como sea!

Jens Weidman, Presidente
Bundesbank
    Por fin veo alguien que ya se ha enterado de quién es el culpable del retraso y de todos nuestros males en Europa: María Soledad Gallego Díaz, que en su última publicación denuncia el sórdido papel del presidente del Bundesbank, con nombre y apellidos, Jens Weidman, ése de la cara de Ginesito, obligando a que en Europa, incluyendo el BCE, se baile al son de la gaita que él toca. No otro fue quien ordenó a Zapatero y Rajoy que modificaran el art. 135 de nuestra Constitución (a través de su monaguillo, el presidente del BCE) priorizando el pago de la deuda por encima de la sanidad pública y de los intereses de los ciudadanos. Lo cual hicieron en 24 horas, con nocturnidad y alevosía. En manos de quiénes estamos…!

No hay comentarios:

Publicar un comentario