Más de tres meses de viaje iniciático, con
un plus de vagancia, escepticismo y bajón de la autoestima, me han retenido sin
dar un palo al agua. Y ahora me espera una semana de viaje que me servirá de
excusa para seguir sin dar ni golpe. Pero en noviembre regresaré, amenazo. Si aquí
asomo la cabeza es para informar que sigo vivo y para comentar un exabrupto de
Almodóvar.
Sabido es, y lo hemos repetido hasta la saciedad en este blog, que la corrupción alcanza a todos, to-dos, los políticos de las cúpulas de los partidos, porque están en la política para forrarse (dixit Laplana en representación de todo el colectivo), o son cómplices o encubridores de los que delinquen –lo cual es delito también-, y si fueran honestos quedarían expulsados del sistema por puro rechazo orgánico.
Sabido es, y lo hemos repetido hasta la saciedad en este blog, que la corrupción alcanza a todos, to-dos, los políticos de las cúpulas de los partidos, porque están en la política para forrarse (dixit Laplana en representación de todo el colectivo), o son cómplices o encubridores de los que delinquen –lo cual es delito también-, y si fueran honestos quedarían expulsados del sistema por puro rechazo orgánico.
Pues
bien, es el caso que Vicente Martínez Pujalte, portavoz económico del PP en el
Congreso de los Diputados, al preguntársele por la reciente imputación de Angel Acebes por el juez Ruz en el caso Bárcenas ha declarado que el ex-Secretario General de su partido es lo más
honesto que hay, como también dijo que el condenado ex-presidente de Baleares
Jaume Matas fue condenado a la cárcel por una infracción menor, o que Rato que
acaba de ser imputado por el caso Bankia –que fue el mejor Ministro de Economía
de la democracia- sigue siendo su amigo, o que el condenado Carlos Fabra de
Castellón fue un benefactor de su región, o que Camps en la Comunidad
Valenciana era el modelo…, etc. etc.
etc., hasta que órdenes superiores les hacen cantar a coro que los condenados
por corruptos son execrables y merecen la condena más contundente de sus
compañeros de profesión, como ocurrió con Bárcenas y ocurrirá con los
recientemente imputados, para que no contaminen a su impoluto partido. Y es
natural que se defiendan, con un corporativismo tan fuerte o más que el de los
médicos o policías, ya que mañana mismo puede tocarles a ellos, pues están todos
pringados hasta la médula. Las declaraciones de Pujalte pueden así suscribirlas
cualesquiera de sus compañeros. Como cualquiera habría soltado el exabrupto “que se jodan!”
que la hija de Fabra gritó en el Parlamento en nombre del subconsciente
colectivo del PP. Porque Pujalte se ha atrevido a expresar lo que siente y lo
que piensa la cúpula (léase casta) de su partido.
Conocidas
que han sido las actuaciones delictivas de los ex-presidentes de Bankia que han
derrochado millones de dinero público mientras estafaban a sus clientes con las
“preferentes”, el director de cine Pedro Almodóvar se ha expresado como sigue: "Si yo hubiera sido un hombre
analfabeto, gallego, que me hubieran hecho firmar (en relación a la estafa de
las preferentes) con el dedo porque no sé escribir y me entero del asunto de
las tarjetas opacas, de verdad, me voy y espero al señor Blesa o al señor Rato
y le corto el gañote". Porque
Almodóvar se ha atrevido a expresar lo que siente y lo que piensa el ciudadano de a
pie.
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