lunes, 18 de agosto de 2014

938 (L 18/8/14) Ateos y otros animales

Los ateos no disponen más que de su cuerpo, su dignidad y su tiempo, mientras que los creyentes  (sobre todo los católicos) tienen su alma que los eleva a un mundo espiritual, su dios que les fortalece y reconforta, y su espacio que se ensancha a medida que crecen y se relacionan en la comunión de los santos. Que no es moco de pavo.
         Las ventajas de la fe son evidentes: a uno le dicen lo que tiene que pensar (que eso agota lo suyo), si se comporta adecuadamente recibe el premio del paraíso terrenal (en la otra vida), y los pecados le son perdonados (cuando los confiesa, con lo cual puede volver a pecar cuantas veces quiera, Dios es infinitamente misericordioso), si bien paga un alto precio: acatar dogmas irracionales y sufrir una moral objetiva patológicamente represora, pero algo hay que pagar y parece que el beneficio lo merece. Mientras que, por el contrario, el ateo tiene que crear sus propias convicciones (lo costoso del esfuerzo queda demostrado por la poca cantidad de ateos que se atreven a serlo), no acepta la esperanza en otra vida (peor aún, define la esperanza como una ilusión castrante) y no tiene quien le perdone sus pecados (por lo que debe afrontar la responsabilidad de sus acciones), si bien puede contradecirse y cambiar sus creencias, convencido como está de la relatividad de sus ideas, su cultura y su moral subjetiva que evoluciona de acuerdo con su experiencia, su entorno y los valores del grupo en que se integra.
         Ser ateo es casi tabú y está tan mal visto que muchos que lo son no se atreven a decirlo y se declaran, cobardemente, agnósticos. Está por otra parte el anti-teo que es el ateo mesiánico que quiere redimir a la humanidad de esa maldición que la mantiene como menor de edad, sumisa, débil y manipulable por los poderes políticos, económicos y religiosos.
Las instituciones religiosas practican un terrorismo de conciencia que aterra a quien se atreva a rebelarse amenazándole con castigos infernales. El dogma irracional es una prueba de fuego que obliga a un sometimiento abyecto. Tertuliano se despachó con su Credo quia absurdum (creo porque es absurdo), cabe algo más absurdo? Por último, la raíz de toda inmoralidad, a saber, que el fin (excelso) justifica los medios (perversos), es practicada por las religiones que, en nombre de la mayor gloria de dios, han cometido las tropelías más depravadas de la historia. Razones que los ateos esgrimen para dejar de ser creyentes, sustituyendo un dios ajeno y abstracto por una dignidad propia y personal, prefiriendo un cuerpo real a un alma maniquea y rechazando un dogma y una moral que degrada a quien lo acepta y la practica.


N/B.: Véanse comentarios:

4 comentarios:

  1. La falta de racocinio con los religisosos entiendo que ponen el punto sobre la i, el peligro de este tipo de personas en mi opinión esta muy demostrado, casi se creen inmunes.
    Bueno tu análisis,


    Besos muchos,

    tRamos

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  2. Qué tema tan complicado...Igual, la mayoría de la gente piensa que lo mío es correcto y lo de lo demás, es un agravio a la buena conducta...

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  3. Pues fijate, yo soy de esos animales ATEOS jjjjjjjjjjjjjjjjjjj Un saludo

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  4. Yo, también, Isaboa. Ya somos, AL MENOS, dos!

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