Los conflictos a los que este arquitecto
nos tiene acostumbrados fueron ya motivo de la entrada de este blog que pueden
ver en el nº 586.2 del 6/12/13.
“Santiago Calatrava imputado por una obra
no ejecutada en Castellón”, reza el titular de un diario. Se trata de un
juzgado de Castellón que le ha citado para declarar el 2 de septiembre sobre
presuntas irregularidades en la contratación y sobrecostes en la ejecución del
llamado Centro de Convenciones, por cuyo proyecto cobró 2,7 millones € sin que
llegara a ejecutarse la obra, algo que pretendían que fuera tan emblemático como
la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. Por el proyecto de ésta cobró 100
millones € que el arquitecto calificó de
“honorarios modestos”. El teatro de ópera Palau de les Arts, presupuestado en
84 millones, costó 400 millones y sus mosaicos empezaron a desprenderse hace más
de ocho meses. Más: por el proyecto del Agora y tres torres en su entorno, que
tampoco se llegaron a construir, cobró 15 millones. Por todo lo cual una
editorial de El País le calificó de “paradigma del despilfarro.”
La denuncia en Castellón lo es por delitos
de malversación de caudales públicos, prevaricación y fraude a la Administración.
Calatrava, arquitecto-estrella del PP, según le llaman los de Esquerra Unida
valenciana (o al menos “niño mimado” de los valencianos Camps y Zaplana), es
experto en cobrar proyectos por obras que, por uno u otro motivo, acaban no
realizándose, así como en adjudicarse construcciones cuyos sobrecostes a lo
largo del proceso de su ejecución dejan la cifra presupuestada en el sueño de
una noche de verano.
De los dos puentes proyectados sobre el
río Guadalquivir al norte de la Expo 92 de Sevilla, la Junta de Andalucía no le
aprobó uno por no ver claras las garantías de su resultado. Eso me dijeron,
pero no lo he contrastado. Que lo explique mejor quien sepa los motivos.
Este
arquitecto singular se vio implicado también en el caso de la Opera de Palma y
fue demandado por Domecq por la construcción de una bodega en la Rioja Alavesa
cuya cubierta filtraba el agua y estropeaba el proceso del vino. Por la
reparación de un derrumbamiento en el Palacio de Congresos de Oviedo tuvo que
hacer frente a 3,5 millones €. También ha sufrido litigios judiciales por la
pasarela Zubizuri de Bilbao, apta para patinajes, y la sala de espera a la
intemperie en su aeropuerto. Hasta en Italia le reclaman más de tres millones
por errores en la construcción de un puente en Venecia.
Sumo Pontifice viene del romano Pontifex Maximus, el que siendo capaz de
hacer puentes demostraba ser el mejor maestro sagrado en las artes de la magia.
Julio César lo fue, lo que le obligó a residir con las Vestales. Porque hace
falta magia para construirlos, y si no, que se lo pregunten a Calatrava.
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