Los mitos son un compendio de valores que
se transmiten entre generaciones. Y si la mitología, como la antropología,
trata de los “valores” vigentes en una cultura determinada, es lógico definir
las culturas por los valores que las determinan.
Así,
en una cronología de los doce dioses del Olimpo sería primera en el tiempo
Artemisa/Diana (la diosa de la caza)
en nuestra primera fase prehistórica como “cazadores recolectores”, seguida de
Deméter/Ceres (diosa Madre de las cosechas
y de la reproducción) en el Neolítico en que nos asentamos para domesticar la
agricultura, necesitando entonces a Ares/Marte (dios de la guerra) para defender entre murallas nuestros excedentes
alimentarios, lo que nos dejó tiempo libre para crear a Hermes/Mercurio con sus
artes y medición del tiempo espacio mediante el calendario, primero lunar y luego solar, instrumento eficaz, junto
con el fuego, para dominar a la naturaleza… Y así seguiríamos con
Hifestos/Vulcano (orfebrería, artesano), Posidón/Neptuno (dominio de los
mares), Hera/Juno como señora de… (Zeus), anunciando la llegada de la época
patriarcal, Zeus mismo como padre de todos los dioses (los valores,
institucionalizando la era patriarcal), Palas/Atenea (la Razón) y Apolo/Febo
(el seny masculino), quedando
entonces Hestia/Vestia (la mujer doméstica) arrumbada en el rincón del olvido (el
hogar de la casa y la cocina), hasta llegar los valores actuales del sexo y de
la droga, ambos en forma de pastillas, la anticonceptiva y la anfetamina, bajo
el aspecto de Afrodita/Venus y Diónisos/Baco.
La
cronología en nuestra cultura actual (con nuestros valores actuales) daría la
prioridad a Zeus (y Hera en cuanto señora de…), seguido de Atenea y Apolo (que
es quien rige de verdad nuestra civilización, tras bastidores, pero esa es otra
historia), Ares, Hermes…, aunque Afrodita (el deseo, el amor libre) y Diónisos
(el arrebato, la droga y las artes audiovisuales) quieren arrebatarles el
poder. Estamos o no hablando de valores?
Pues
bien, alguien que sigue este blog me sugiere que la mejor forma de expresión de
los valores actuales (de la cultura actual, ya universalizada) la podemos
encontrar en los comics y en las películas de animación, cuyas caricaturas
resaltan los rasgos del ciudadano de pie y de lo que ocupa su tiempo y
atención. Algunos podrían objetar que lo que más les preocupa a los ciudadanos
son el poder y los políticos corruptos, pero desde un punto de vista cultural y
antropológico para mí que no dejan de ser cómic(o)s. Aparte de que ocupan un
buen merecido espacio entre las viñetas y grabados visuales.
El
tema merece desarrollo y comentarios, incluso un debate, pero yo lo dejo caer
para que cada uno se lo guise y se lo coma como le apetezca.
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