Se trata de no dejar de votar, pues
entonces esos “votos” se los repartirían gratuitamente entre los partidos más
votados, que es justamente lo que se quiere evitar, sino de votar expresamente
el rechazo al sistema actual de representación política que rechazamos. Los representantes
así elegidos tendrían en el Congreso su sillón que dejarían vacío para dejar
patente nuestro repudio al sistema vigente de partidos monolíticos que impiden
ni siquiera pensar a los diputados elegidos.
Una utópica mayoría de este “partido” transversal
permitiría abrir en el Congreso un proceso constituyente que modificaría de
raíz la legislación actual, sobre todo la impuesta a decretazos por el partido
actualmente en el gobierno. Supongo. Y así lo sugiero.
En la web “escaños en blanco” se dice que
hay un solo punto en su programa: dejar vacíos los escaños que consigan
renunciando a cualquier tipo de sueldo o subvención. “Se trata de transformar tu
voto en escaños vacíos, dando visibilidad a tu rechazo de forma oficial
e inequívoca dentro de las instituciones. Sin salarios ni subvenciones. Al no tomar plena posesión del cargo
no tendremos derecho a recibir retribuciones de ningún tipo.”
Los
sillones vacíos serán una bofetada, un grito estentóreo, contra el borreguismo
de los miembros de los demás partidos, además de un atisbo de esperanza de
cambio que pueda regenerar las instituciones de nuestra falsa democracia. Mola.
Yo me apunto.
Mucho de correcta tendrá esta propuesta cuando
el poder la califica de “populista” que es el término que utilizan cada vez que
atacan iniciativas democráticas.
Si en las elecciones del año 2009 votó sólo el 40% del electorado (12,6 millones de un total de 31 que componía el cuerpo electoral, con 6,5 millones el PP y 6,1 el PSOE) y 19 millones, un 60% de todos los posibles votantes, nos abstuvimos de participar, qué conseguimos? que los dos partidos de mangantes se repartieran nuestros votos no emitidos como si fueran suyos propios. No caigamos de nuevo en ese error: si queremos no votar, dejemos constancia de nuestra elección. Pero votando en blanco, porque si dejamos de votar nos los robarán para quedarse con ellos, como hacen con todo, como siempre.
Si en las elecciones del año 2009 votó sólo el 40% del electorado (12,6 millones de un total de 31 que componía el cuerpo electoral, con 6,5 millones el PP y 6,1 el PSOE) y 19 millones, un 60% de todos los posibles votantes, nos abstuvimos de participar, qué conseguimos? que los dos partidos de mangantes se repartieran nuestros votos no emitidos como si fueran suyos propios. No caigamos de nuevo en ese error: si queremos no votar, dejemos constancia de nuestra elección. Pero votando en blanco, porque si dejamos de votar nos los robarán para quedarse con ellos, como hacen con todo, como siempre.
Por lo menos el partido Escaños en blanco es el UNICO, que propone reducir políticos el resto más de lo mismo.
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