Es un hecho. Que los dos “grandes”
partidos no se hayan pronunciado sobre la corrupción, es a lo que me
refiero. Con lo cual es evidente que hay un pacto, expreso o latente, que
confirma la sospecha de que se está fraguando una gran coalición para el
próximo gobierno mediante una alianza entre los dos partidos políticos
mayoritarios. Pero por qué? y para qué?
Se me ocurren de bote pronto dos motivos: Uno,
blindarse contra la explosión de partidos pequeños donde están refugiándose los
votantes que huyen decepcionados de la política. Dos, que ambos partidos son conscientes
de que una reyerta sobre la corrupción, tirándose los cohechos a la cabeza, erosionaría
su crédito más todavía. Saldrían perdiendo los dos, con beneficio para ninguno.
Lo cual está tan claro que ni siquiera haría falta un acuerdo expreso para que
cumplan el mutuo silencio a pies juntillas. No es cierto, pues, que se esté
fraguando una coalición bipartidista hacia el monopartidismo, es que ya
funcionan como tal, lo hayan acordado o no de un modo expreso.
Es natural que los dos grandes partidos,
como cualquier organismo vivo, luchen a muerte por su supervivencia. Pero
acercándose entre ellos para un gobierno conjunto bipartidista, corren el
peligro de que resulte evidente que en España ni siquiera existen dos partidos,
pues ambos se confunden en la gestión práctica. Lo real es un Monopartidismo que,
si se institucionaliza, revelará le verdadera situación de nuestra democracia,
que no ha dejado de ser un apéndice el franquista Movimiento Nacional.
Mantendrán la doble cara, como Jano -antecedente de las puertas giratorias?- , para dar una imagen de democracia en la
escena internacional, pero actuarán como lo que nunca hemos dejado de ser: un
régimen autoritario que añora los tiempos franquistas.
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