Tweets, tuits, tuits.
Dices: es lo que hay. Y yo te digo: y qué queremos que haya?
Fin del rescate ! fin del rescate !, gritan los voceros, sin acordarse
de que antes nos juraban que no había ningún rescate.
Con este gobierno, el mundo al revés: los fiscales protegen a los delincuentes
en lugar de perseguirlos.
Políticos trileros: para esconder la presente penuria real, vaticinan
maravillas futuras sabiendo que son falsas, para ilusionar al personal.
Quien llame cernícalo y descerebrado al obispo (de Granada, y a quienes
le arropan) no le insulta, tan sólo lo describe y diagnostica.
El tema de la limpieza de basuras en Madrid ha sido todo un ejemplo de
la eficacia y calidad de la privatización de los servicios públicos.
Según la políglota Botella, alcaldesa de Madrid, la limpieza de la
ciudad, la evolución de las especies y los eclipses lunares serán efecto de la
reforma laboral.
En A Coruña si tu perro se hace caquita, multa de hasta 300 €, pero si
llenas de mierda 1.600 km de costa, la multa es 0 € (David Lacasa, León)
Si, como previó Platón, con la escritura se inhibió nuestra memoria,
¿con la nube de internet dejaremos de ser dueños de nuestros pensamientos?
Parece como si Wert fuera carnaza
para los medios con el fin de encubrir los procesos judiciales del PP.
El disparate de las becas Erasmus y el
libro "Cásate y sé sumisa" son sólo dos perlas en que se manifiesta
la ideología de nuestra política.
La negociación no es sino un
modo de doblegar al adversario, la derrota de los trabajadores como único
objetivo… (J. Estefanía).
Fabra promete no incluir en las listas a los “imputados” en Valencia, 8
en la actualidad, al tiempo que el PP (45 de 54) piden el indulto de los
“condenados” por corrupción. (Por eso tienen prisa, dicen, en los plazos de los
procesos judiciales, porque querrán acceder a la clase de los “condenados”
cuanto antes a fin de tener acceso a las listas en las nuevas elecciones.)
Los fanáticos son exageradamente emocionales, y por tanto inmaduros,
infantiles, y como tales adolecen de un gratuito victimismo, de una pretendida
incomprensión y un fuerte desprecio por todos los que no sienten como ellos. Se
les identifica por sus himnos y banderas, esos trapos que están llenos de
sangre
De la “crisis” podemos sacar, como mínimo, estas cinco conclusiones:
Una, que los políticos son (o deberían ser) empleados nuestros,
ya que somos nosotros quienes les pagamos el sueldo, por lo que les debemos el
respeto que nos merecen todas las personas, en cuanto tales, pero en tanto que
políticos ni les debemos ningún respeto ni ellos se merecen ningún tipo de
privilegios. Dos, que los políticos des-controlados, además de corruptos pudren de un modo
sistémico todas las instituciones del
Estado. Tres, que la auto-regulación sólo lleva a la máxima
explotación de los más necesitados. Cuatro, que dada la
podredumbre del sistema, hay que actuar contra él para desdoblarlo como a un
calcetín, volcarlo patas arriba, pues no cabe remediarlo desde dentro. No se
dejarían. Cinco, que una gran mayoría de ciudadanos tiene claro todo esto.
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