La hegemonía por la fuerza se ha venido
ejerciendo de un modo cada vez más sutil y sofisticado a lo largo de la
Historia. Hemos evolucionado de los porrazos en los primeros conflictos con
clavas y mazas al reciente bombardeo de Irak, pero matar a gente en masa no
está bien visto y dificulta el sueño. Hoy, tras una etapa en que la información
y la desinformación ha sido el cetro del poder, el dominio se ejerce mediante
la vigilancia electrónica, el espionaje, cumpliendo la amenaza de Orwell 84 en
el 48. Sólo en USA hay 16 agencias de espionaje.
Five Eyes se fraguó después de la II
Guerra Mundial como un acuerdo entre USA y UK, al que luego se unieron Australia,
Canadá y Nueva Zelanda. Entre ellos no deben espiarse (jé!), y el resto son o
bien medio amigos (medio espiados, en el intermedio) o bien dignos de ser
espiados, y entonces son los enemigos, a la cabeza de los cuales están los
terroristas y países que los acogen, así como Rusia y China. En el sector
intermedio se incluye a los “amigos” aliados de la OTAN, excepto Francia e
Israel, a quienes no se les puede pedir que cumplan con el acuerdo de NO espiar
a los amigos. Sí incluye, sin embargo, a Alemania que no se entiende bien por
qué no pertenece al primer sector (debe ser porque hablan alemán), cuando ellos
aspiran a pertenecer al club. Quizás sea por eso por lo que están cabreados con
Obama. O que la Merkel se siente ninguneada porque no la han espiado bastante,
ya que en esto, como en el amor, lo peor no es el odio sino la indiferencia.

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