A mí me dan una lástima...
El arzobispo católico de la diócesis de
Limburg, que no en vano incluye la capital financiera de Frankfurt, Monseñor
Franz Peter Tebartz-van Elst, ha sido recriminado en público por la canciller
Angela Merkel por haber llegado a un gasto de más de 40.000.000 € en la
construcción de su residencia que estaba presupuestada en 5 (millones). “Genug ist genug, nicht wahr? Joé!“, parece que le gritó, lo que más o menos
quiere decir: “ya está bien, no? coño!“.
Pero es que la señora Merkel,
protestante ella, no sabe que el buen católico practica la “pobreza de
espíritu“, no la pobreza material, o sea que no importa lo que se tenga si se está por encima de estas cosas, que pasen de ello, algo que se consigue
mejor cuando se nada en la abundancia, ese momento de sobresaturación en que ya
no se aprecia lo que se tiene. Un buen ejemplo de pobres de espíritu nos lo dan
los obispos españoles que, desapegados de las riquezas y de los bienes terrenales,
viven de la caridad.
su ca... sa |
Así que, por lo visto, los pobres de
solemnidad, los de verdad, no son realmente pobres (de espíritu) si no dejan de
desear todo lo que les falta. (Pero eso no puede ser así, verdad? algo me
falla.)
El papa Francisco ha marginado al obispo alemán de su ejercicio pastoral dejándolo en stand-by para evitar el escándalo que significaría su presencia ante una grey esquilmada con una barriga tan llena. Por cubrir las formas, al menos.
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