La idea que expongo a continuación no es
mía sino de la catedrática de Etica y Filosofía Política de la Universidad de
Valencia, Adela Cortina, en Una sociedad
civil en ebullición. Y reza así:
La
política nació como un instrumento de solidaridad con miras al interés general
en contra del egoísmo propio de los individuos miembros de la sociedad.
Piénsese por ejemplo en la naturaleza redistributiva de las aportaciones
individuales (hoy impuestos) para su mejor distribución de lo aportado entre
todos los miembros de la colectividad. Esa fue la razón de ser de la política
en sus orígenes. Y en qué ha quedado eso? Justo en todo lo contrario. Los
políticos no tienen otro interés que perpetuarse en sus poltronas y privilegios
y es ahora la sociedad civil la que carga sobre sus hombros con la
responsabilidad de idear y tomar iniciativas en aras del bien común.
No es sólo, por tanto, que los políticos sobren; no es sólo que hayan traicionado su propia naturaleza, la que le dio sentido a sus orígenes; es que ha llegado la hora, ya! de que la sociedad civil ocupe su puesto (el de los políticos) y eche del sistema a patadas a todos los políticos (profesionales) que no miran, PARA NADA, el interés general y todo lo que realizan lo hacen en función de ganar las siguientes elecciones.
No es sólo, por tanto, que los políticos sobren; no es sólo que hayan traicionado su propia naturaleza, la que le dio sentido a sus orígenes; es que ha llegado la hora, ya! de que la sociedad civil ocupe su puesto (el de los políticos) y eche del sistema a patadas a todos los políticos (profesionales) que no miran, PARA NADA, el interés general y todo lo que realizan lo hacen en función de ganar las siguientes elecciones.
Por
supuesto que estas conclusiones no son de Adela Cortina, quien comenta las
distintas iniciativas y plataformas ciudadanas como la nueva senda por la que
la política habrá de transcurrir.
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