martes, 15 de octubre de 2013

835 (M 15/10/13) Cuál es el problema? el paro? o el empleo?

Douglas Rushkoff
El trabajo (forzoso) figura en el Génesis como una maldición bíblica: “comerás el pan con el sudor de tu frente”. ¿Se podrá decir, a sensu contrario, que el ocio (forzoso) es una liberación de esa maldición? Decir esto así, con 6 millones en un paro que condena a sus familias al hambre y a las mayores necesidades, resulta un sarcasmo cruel. Y sin embargo este modo de ver el paro merece considerarse. Si así fuera (a largo plazo, no hoy, no todavía) ni el número de parados va a descender ni la nueva tendencia parece que lo hiciera aconsejable. Veamos de qué estamos hablando.
En la entrada 59.1 de 19/9/2011 que titulábamos “Empleos…, para qué?”, recogíamos un trabajo de Douglas Rushkoff, Are jobs obsolete? cuyo resumen transcribo torpemente como sigue:
         “El correo electrónico se carga al postal, y a todos sus empleados, familias y pensionistas. El ordenador realiza trabajos mejores que los humanos, con menos errores, y nos hace innecesarios (y cada día más). No digamos los robots que están a punto de llegar. Y al mismo tiempo no dejamos de fijar como objetivos los empleos, jobs jobs jobs... Algo falla. Necesitamos dinero, sí, para comer, viajar, sobrevivir... pero por qué empleos? si ya tenemos lo que necesitamos sin que tengamos todos que trabajar... Las viviendas embargadas por los bancos y que no se consiguen vender hay que demolerlas porque ocupan un espacio inútil en sus activos. El tiempo libre, que nos amenaza ya, habrá que llenarlo con algo. El poco trabajo que quede por hacer que se distribuya al máximo posible entre todos los que quieran trabajar, si ello es posible. Con lo cual conseguirán un sobresueldo que aumentará la calidad de nivel de vida.
Si los productos básicos para sobrevivir están resueltos, inventemos e intercambiemos información, iniciativas y ocio. Sin necesidad de salir de casa, sin necesidad de patrón. Y utilicemos el dinero para remunerar el intercambio de esta nueva actividad.
         Si el empleo "era" un medio, un instrumento (y no un "objetivo" como nos llegó a ocurrir), quizás ha llegado la hora de dejar de pensar en él.”
    Una nueva sociedad en la que “sobre” el trabajo humano por innecesario, inevitablemente tendrá que dotarse de servicios públicos gratuitos, mínimos pero dignos y suficientes, dejando al ciudadano un tiempo libre que habrá que enseñarle a disfrutar. Y aunque chirríe decir esto en los tiempos de paro actuales, quizás deberíamos empezar ya. Y entonces no veríamos el paro como una maldición, siempre que todos tuviéramos las necesidades básicas cubiertas, sino como una liberación de tiempo que, hoy por hoy, no estamos preparados para aprovechar.
El texto completo del trabajo de Douglas Rushkoff puede verse en (^ control clic):

2 comentarios:

  1. Ya previo a la Primavera de Praga, allá por el 67, se adelantaban a su tiempo con estas propuestas... que la URSS aplastó. Ver: La civilización en la encrucijada. Radovan Richta.
    Angel Cardiel

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