jueves, 19 de septiembre de 2013

809 (J 19/9/13) Derechos humanos, civiles, fundamentales

(composición de www.archipielagomachango.com)
Con la disculpa de la necesidad de tomar medidas preventivas contra el terrorismo nos cachean en los aeropuertos, nos incomodan en la entrada a los edificios públicos, nos vigilan con cámaras y seguimientos en las redes, y todo ello con el solo fin de que les sirva de excusa ante la opinión pública, para que parezca que hacen algo, caso de que ocurriera un accidente. No fuera que ocurriera, como a veces acontece, y no tuvieran medidas anti-terroristas que llevarse a la boca.
    Pero estas medidas incómodas para los ciudadanos no sólo les sirve para aparentar que hacen todo lo que está en sus manos para protegernos sino que además amedrentan el personal, con lo cual fortalecen la cohesión social con la que el grupo se apiña para hacer frente al enemigo común que les amenaza. Una vez instituido el miedo, paranoico, como algo normal, de este magma se nutrirán las confesiones religiosas tanto como los propios terroristas, así como los radicales de la extrema derecha o izquierda y fanáticos de todo tipo. 
       Y no queda aquí la cosa, sino que restringen los derechos civiles de los ciudadanos, sean nacionales o extranjeros, ahí están las torturas en Guantánamo o los drones asesinos desde el anonimato (147 muertos oficialmente reconocidos, de los cuales 94 niños, entre 2006 y 2009; con Obama habrán crecido aún más), como males inevitables si queremos protegernos de ese Mal que nos acecha.
        Llegados a este punto, caben todas las mentiras. Con desparpajo, sin sonrojos ni que se note que los gobernantes se cortan ni un pelín. Y los eufemismos, para expresar con términos amables (falsos) justo lo contrario de lo que quieren expresar y de lo que hacen en la realidad. Y así, la expulsión forzada a los estudiantes a emigrar la llaman “movilidad exterior”; los recortes de gastos lo llaman “sostenibilidad” (en general) o incluso “ahorro” (como en el caso de las pensiones); el incremento del paro lo describen como su “desaceleración” en el aumento; o, simple y llanamente, si vamos muy mal nos dicen que estamos en un cambio a mejor espectacular que asombrará al mundo (a que parece que estoy bromeando? pues el ministro Montoro lo decía muy serio).
       Derechos civiles, humanos, fundamentales…, en qué están quedando? Estos sí que son las víctimas reales del terrorismo. O quizás deberíamos decir de la paranoia antiterrorista.

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