Reiteramos nuestra insistencia a lo largo de
este blog (ver entradas desde la nº 559
del 8/1/13) intentando corregir el
mal uso de este término queriendo significar el efecto pernicioso, asesino, de
la política económica de la austeridad practicada por este Gobierno. Si el
homicidio se refiere a la muerte de un ser humano, e infanticidio la de un
niño, austericidio significa, o debería significar, la muerte de la austeridad.
Pero en realidad se usa para decir lo contrario, para hablar de los efectos
perniciosos, asesinos, que ocasiona su aplicación y puesta en práctica. Todo un
contrasentido. Ya sé que nos estamos repitiendo. Pero es que insisten en seguir
utilizando mal este término.
Esta contradicción hace juego con los eufemismos e incoherencias a que
obligan las mentiras. Como no pueden destruir las hemerotecas, que denuncian a
gritos sus promesas incumplidas, se enrocan para ignorar la realidad exterior,
con el consiguiente efecto endogámico de ágorafobia, se blindan en el búnker del
silencio y de plasma en los que rebota todo intento de pregunta, y rechazan
toda interpelación incluso parlamentaria, aprovechando que el Pisuerga pasa por
su mayoría absoluta. Ahora ya no es que rechacen cualquier crítica,
interpelaciones o preguntas, es que ni siquiera las aceptan a trámite en el
Parlamento ! Y que salga el sol por Antequera.
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