martes, 20 de agosto de 2013

780 (M 20/8/13) Representaciones falsas

Para el término “representaciones” el diccionario de la RAE da, entre otras, las siguientes acepciones: Figura, imagen o idea que sustituye a la realidad. Otra, obra dramática (representación teatral, el performance inglés, que significa también funcionamiento, que funciona). Otra, cosa que representa otra (pero no a sí misma), lo que proclama falta de autenticidad genuina, que no es el original. Del latín representatio se traduce como reproducción, la cual a su vez se define como acción de reproducir(se) y como copia de un original (no es, pues, el original mismo). Como veis se transpira un tufo de falsedad, o al menos de falta de autenticidad, en todas estas acepciones. También da otras la RAE, como autoridad, dignidad, categoría de la persona…, que se nos antoja como un efecto de una “falsedad que funciona”, o el procedimiento electoral que establece una proporción entre el número de votos y el de los representantes elegidos, que no vienen ahora al caso. Nos quedamos, pues, con la sospecha, fundada, de que la falsedad parece ir con la propia naturaleza de la representación.
Si los políticos nos representan, en el sentido teórico pues en el práctico defienden sus intereses personales en detrimento de los nuestros, en ese caso su nombramiento es un mandato que los somete, como mandatarios nuestros que son, a los mandantes que somos nosotros. Nos deben, pues, a nosotros, ellos a nosotros, más que nosotros a ellos, sumisión, obediencia, y no digamos ya respeto. Pues bien, fijaos si es falso todo que, en materia de sueldos, por poner un ejemplo, nos exigen reducirlos, nos expolian, nos esquilman, nos apalean en las calles, nos dejan exhaustos… al tiempo que ellos se los duplican, se blindan despidos y pensiones, se rescatan (sus malversaciones, con fondos provenientes de nuestras exacciones) fabrican eufemismos ambiguos y llevan contabilidades en negro B, C, D o XY2, se pagan sobresueldos, dietas, extrasueldos, requetesueldos… y se descojonan por lo bien que lo hacen y lo hábiles que son. Y aquí nosotros, mientras tanto, además de sodomizados, chupándonos el dedo!, a ver quién entiende algo… Que tenemos que ser nosotros los que les fijemos el sueldoooo…!!!, coño!, a ver si nos enteramos de una vez!

        Sabéis, además, cómo califican ellos estos comentarios nuestros? Populismo, puro populismo.

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