La política exterior de USA con Obama ya no
consiste en invadir los países conflictivos, ni siquiera ayudar con recursos o
armamento a uno de los bandos. Guantánamo sigue siendo un resto incómodo que no
saben cómo quitarse de encima. Además de las guerras locales ha nacido una gran
guerra que aún no ha sido definida ni mucho menos regulada por el derecho
internacional. Me refiero a la Guerra contra el terrorismo. Esta nueva guerra
no tiene ideología (aunque la proclame, y normalmente lo hace contra
algo), ni territorio concreto, ni ejércitos ni armas. Subyace, o flota, en el
ambiente y puede cometer actos terroristas en cualquier lugar y en cualquier
momento. Es más, no se le ve un fin. Contra ella USA utiliza el espionaje y los
drones (aviones asesinos sin pilotos),
que están por regular. El ojo del Gran Hermano cercena, o restringe, los
derechos civiles, e incluye el control de las redes sociales y de internet. El
campo de batalla, pues, y los instrumentos bélicos contra estos enemigos perpetuos
e invisibles, son tan nuevos que todavía no conocemos las nuevas
estrategias, regulaciones y controles a que habrán de dar lugar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario