Cómo juega Mesi. Cómo dribla, se hace
espacio, cómo burla a los defensas, y cómo por fin culmina rematando a gol en
las posturas más inverosímiles. No hay quien le despegue el balón de las botas
como le ocurre a Iniesta, da pases al vacío a lo Xavi Alonso, dispara seco como
hacía Puskas, o con chilenas a lo Hugo Sánchez, o con vaselina como sólo lo
sabe hacer él. Me falta citar a Pelé, Di Stéfano, Cruif… Y encima, modesto.
- Bue, sí..., digo no, no. La verdá's que..., sí, bueno, no?
Pero qué hace Mesi ante el muro de las Lamentaciones en la Ciudad Santa?
No, si más que aliviarse (en andaluz, micción) contra la pared, o lamentarse
como el propio muro indica, o pensar en un deseo de espaldas al sol, lo que
parece mirar Mesi es la rendija para ver qué tiene dentro. Qué estará pensando
el pibe? Se le despertó la vena de investigador, ché. Milláaas…! estará Millás por ahí?
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