La delación entre ciudadanos, y entre
vecinos y familiares, es una práctica utilizada por los regímenes autoritarios,
dictaduras, estados policía y gobiernos del terror, que vienen a ser lo mismo.
Si además no se exige la identificación del delator, se induce a la denuncia
fácil, a la calumnia, a la venganza. Pocos ejercicios pueden ser más crueles e
inmorales que estas delaciones inducidas. La colaboración con el Poder en esta
práctica infame puede sacar lo peor de las personas. El odio y malestar general
entre la ciudadanía es un efecto inevitable. Es el cainismo.
Por otra parte, una provocación tan desesperada delata la impotencia de
los órganos administrativos para realizar su función de inspecciones y
condenas.
Pues bien, la Ministra de Empleo (o sea del
Paro) y de la S.S. (suena a SS), induce a los ciudadanos a delatar infracciones
a la legislación laboral y cobros indebidos de subvenciones al desempleo. Sin
tener que identificarse. Y nadie vomita.
Esta ministra es la misma que aseguró que, si no hubiera sido por las reformas laborales y económicas aplicadas por
este gobierno, tendríamos 225.800 parados más, recordáis? en la entrada 768 (click aquí) del jueves pasado 8/8. Repito, 225.800 menos (el remate del 800 es inefable). Esta afirmación
sobre los 225.800 parados de menos de que se jactaba la ministra del Paro y la
SS fue objeto de verificación por algunos periodistas que acudieron ante su Ministerio, el cual se negó a contestar a
las preguntas que se le hicieron, por tratarse de “materia reservada”. Así que
no sabemos qué sectores y edades comprendía, ni cuál fue el método utilizado
para su cálculo tan preciso a pesar de ser tan especulativo y gratuito. Claro
que tampoco lo saben ellos. No se atrevieron a decir que fue una revelación a
la Ministra por la Virgen del Rocío.
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