miércoles, 31 de julio de 2013

761 (X 31/7/13) Canon de belleza


       En el Museo de la Evolución Humana de Burgos se exhibe la exposición La belleza, una búsqueda sin fin, hasta el 12 de enero 2014.
       Es difícil mantener que hay un canon de belleza objetivo. En realidad basta con que observemos lo poco que se parecen los rasgos que exigimos a nuestra pareja comparados con los que excitan a un cangrejo.
       Disfrutamos la belleza en la pareja cuando se dan dos requisitos principales: uno, que el/la cortejante se muestre apto/a para la reproducción (fuerza física en el varón y buenas caderas y mamas en la mujer, a lo que la cultura añade el maquillaje y unos ingresos fijos mensuales); dos, que remede los rasgos de la madre, por aquello del efecto troquelado de Lorenz en el recién nacido.
        Pero esto se queda en el área biológica. Y ya sabemos el impacto que ha tenido la cultura en nuestra evolución. El canon “objetivo de belleza” vendrá dado por la conjunción de diversos rasgos admitidos por la generalidad, tales como la simetría, las proporciones o la acomodación a las corrientes de la moda. La piel blanca de hace dos siglos hizo tanto furor como el moreno solar de la mestiza a mitad del siglo XX. Por no hablar de los tatuajes, piercings y escarificaciones de los jóvenes de hoy.
       En breve nos enfrentaremos al riesgo de la eugenesia (bebés a la carta, clonaciones…) pero ése es un tema en el que no tenemos la suficiente perspectiva todavía.





No hay comentarios:

Publicar un comentario