martes, 30 de julio de 2013

760 (M 30/7/13) Perras y lesbianas, no


     Menos mal que el gobierno vela por los intereses generales. En defensa de la vida, se pretende impedir abortar a la mujer que no quiere parir al tiempo que se dificulta a la que quiere ser madre con fecundación in vitro si no tiene pareja.
        Esta última medida está pensada para protegerla, velando por sus intereses personales: no se la  puede dejar sola, pobrecilla, y que actúe de un modo irresponsable sin la pareja necesaria que la ayude y la acompañe. No es un capricho del gobierno la exigencia de tener una pareja, sino que se regula así para darle protección en aplicación de la ley natural que, como ha ocurrido desde siempre, requiere de la pareja para la reproducción.
Que ello implica una discrimnación anticonstitucional, por razón de género, sexo e ideas personales sobre la reproducción…, pues si hace falta se modifica la Constitución. Y ya está.
      Y no es pura ideología, qué va. Quizás flexibilicen la limitación en casos de probada devoción mariana, en especial si se trata de la Virgen del Rocío, practicada mediante el rezo del Rosario cada día, mejor por las tardes.
     Pero ojo, sólo se le dará cobertura sanitaria demostrando la infertilidad. De ahí el requisito de haber copulado inútilmente durante los doce meses anteriores (no precisan si todos los días). Y hace falta ser retorcido para criticar esta medida como difícil de controlar sin entrometerse en la intimidad de la interesada. Un simple certificado notarial diario puede dar fe de ello sin tener que rasgarnos por eso las vestiduras.

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