1. Puig el personaje
Me refiero al de la foto, Felip
Puig i Godes, Consejero de Interior de la Generalitat, pero no al personaje real
sino al de ficción, tal como lo imagino yo. Ahí los tienen, al fondo el taimado
Puig i Godes, en el centro el circunspecto Mas President y a la derecha el
expresidente Pujol (pujol, mas y puig,
los tres top, más, cerro y colina, los
tres de la cumbre, del Olimpo), el que
sembla adormit.
Puig, el "enemigo" de los ciudadanos; el que
induce a sus mossos a golpear a la población civil impunemente, y si alguien
los condena por torturas él se encargará de que los indulten; el que miente más
que habla, casi tanto como Rajoy; el chuleta de barrio, o maricón de playa, que
cuanto más prevarica más pecho saca; el que descalabra a menores y deja ciega a
una muchacha, “sería por un objeto que le arrojaría alguien que pasara en aquel
momento por allí, o por una porra de la policía, sí, pero de rebote”. Por sus
actuaciones que comentamos en las entradas 531.2 del 11/12, 521.1
del 1/12 y 519.1 del 29/11, el tal Puig nos aparece como un sujeto
torpe, zafio y peligroso para la democracia. Pero su cercanía a Pujol y Artur
Mas en las fotos, con los cuales compartía cobros del caso Palau, nos hace sospechar que pueda tener algunas “cualidades”
que no sabemos ver. Por ejemplo, que su evidente subnormalidad la compense con
su mucha mala leche y con el apretón con el que tiene al President cogido por los güevos.
Mi torpe retrato del personaje puede no coincidir con la realidad, pero así es
como se lo imagina el que suscribe.
(Ya tenemos tres posibles líderes para Europa: Wiedmann en Frankfurt, Rajoy en Madrid y Puig en Barcelona)
2. Saldremos de ésta
“Saldremos de ésta”, promete el Jefe del Gobierno, “con el esfuerzo de todos!”, se desgañita el Presidente para darle realismo, para dramatizar, para darle credibilidad y para integrarse con los apaleados ciudadanos, “pero yo os digo que saldremos de ésta!”. Toma, no, como si hubiera mal que cien años dure. Y hala, lo deja ahí, como si la obviedad estúpida y vacía mereciera nuestra admiración y nuestro aplauso. Pues mire usted, mentiroso y descarado Presidente, eso que ha dicho es exactamente igual que si dijera a medianoche: “Amanecerá, yo os digo que amanecerá, con el esfuerzo de todos, amanecerá. Que nadie lo dude, que nadie espere menos de nosotros…” Igual podrían gritar: “después de las 7 vendrán las ocho!”. Tras lo cual deberíamos llevarle a Urgencias. Aunque eso deberíamos hacerlo ya mismo, ya.
“Saldremos de ésta”, promete el Jefe del Gobierno, “con el esfuerzo de todos!”, se desgañita el Presidente para darle realismo, para dramatizar, para darle credibilidad y para integrarse con los apaleados ciudadanos, “pero yo os digo que saldremos de ésta!”. Toma, no, como si hubiera mal que cien años dure. Y hala, lo deja ahí, como si la obviedad estúpida y vacía mereciera nuestra admiración y nuestro aplauso. Pues mire usted, mentiroso y descarado Presidente, eso que ha dicho es exactamente igual que si dijera a medianoche: “Amanecerá, yo os digo que amanecerá, con el esfuerzo de todos, amanecerá. Que nadie lo dude, que nadie espere menos de nosotros…” Igual podrían gritar: “después de las 7 vendrán las ocho!”. Tras lo cual deberíamos llevarle a Urgencias. Aunque eso deberíamos hacerlo ya mismo, ya.
3. Qué hacemos con la zona euro?
Apostamos por el euro. Vale. Pero
por el euro europeo. No por esta porquería de euro español distinto del euro
alemán, o el francés, o de cualquiera de los 27 que componemos la zona. Porque si cedemos la
soberanía en la política macroeconómíca monetaria no es para que nos asfixie
sino para que sea útil para todos. La prima de riesgo sólo existe por la
desconfianza de los inversores a que los países receptores de sus préstamos
puedan demorar sus pagos por no poder emitir la moneda necesaria para
atenderlos. Algo que no ocurriría si nos endeudáramos en pesetas, pues
podríamos imprimir cuantas fueran necesarias (tema de inflación aparte) para
atender a los pagos, o en euros pero en tal caso con un Banco Central Europeo dispuesto
a emitir euros sin límite, a los mismos efectos. Ahora bien, imponernos el límite
de no emitir moneda sin que tengamos un BCE que lo haga cuando sea necesario,
eso es de locos. No vamos a entrar en los bastardos motivos que hacen que el
Bundesbank imponga su política a costa de nuestra miseria, pues ya nos hemos
pronunciado repetidamente sobre el tema en este blog.
Pues bien, nos están tomado el pelo en
todo lo que va de año, y en este mismo mes (antesdeayer) tenían que poner en marcha, ya de
una vez, la Unión fiscal y bancaria que hace falta para que el BCE pueda emitir
sin límite dinero. Pero si una vez más lo postergan, señores, ya está bien, marchémonos
del euro. No porque queramos hacerlo, sino porque no nos quedará más remedio.
Queremos seguir en la eurozona, pero todo tiene un límite. Porque si los
alemanes no nos dejan respirar, qué hacemos? nos untamos vaselina?
Ultima hora: Según parece se ha llegado a un acuerdo: El BCE será supervisor de bancos pero sólo de los grandes (más de 30.000 millones de activos, para evitar que nos enteremos de las basuras que llenan los balances de los bancos de los Landers) y no antes del 2014. Y no han decidido nada sobre la unión fiscal y económica, y mucho menos la monetaria, con lo que seguiremos sin tener euros "europeos" (fuera de la paga del domingo que nos quieran dar los papás) ni deudas mutualizadas. Viva la prima de riesgo! O sea que de nuevo Alemania se ha llevado el gato al agua. Y encima va de generosa. Y nosotros, aplaudiendo.
Ultima hora: Según parece se ha llegado a un acuerdo: El BCE será supervisor de bancos pero sólo de los grandes (más de 30.000 millones de activos, para evitar que nos enteremos de las basuras que llenan los balances de los bancos de los Landers) y no antes del 2014. Y no han decidido nada sobre la unión fiscal y económica, y mucho menos la monetaria, con lo que seguiremos sin tener euros "europeos" (fuera de la paga del domingo que nos quieran dar los papás) ni deudas mutualizadas. Viva la prima de riesgo! O sea que de nuevo Alemania se ha llevado el gato al agua. Y encima va de generosa. Y nosotros, aplaudiendo.
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