1. Las 12 hazañas de Hércules
Leo interpretaciones de los mitos que superan
la imaginación de los mismos mitos. En el caso de Héracles (Hércules en Roma)
alguien ha llegado a preguntarme si es una figura que evocaba el personaje de Xto!
Sobre los 12 trabajos de Héracles en la Columna de El Heraldo de Aragón de
12/11/12 se les trata de “trabajos gratuitos en un entorno de flexibilidad…”
Veamos quién era y qué significaba. Para empezar Héracles es una figura
prototipo del dorio indo-europeo que llega a Grecia en el año 1200 adne con un
calendario solar y un dios celestial diurno que se enfrenta a las tribus
nativas pelasgas devotas de la diosa nocturna, subterránea y lunar. La fusión
de estas dos culturas lo celebra el mito de la boda de Zeus (dorio en forma de
roble) y Hera (diosa nativa en figura de encina) en Dodona, Epiro, cuya noche
de bodas duró 300 años. En efecto durante tres siglos, del XI al VIII, no
sabemos nada de Grecia que surge de pronto con la cultura que todos conocemos.
Los
doce trabajos (doce, los del zodíaco solar, y no los trece lunares) de Héracles
cuentan, todos, la actuación de los dorios intentando desarraigar de los
nativos su culto a la(s) diosa(s). Y así su caza de la cierva de Cerinia
en la Elide o de la hidra de Lerna en Argos relatan la destrucción de
los cultos de Artemisa-Diana o Hera-Juno, a favor del nuevo Zíos. El trofeo del
cinturón de Hipólita celebra el triunfo sobre las amazonas (tribus
femeninas donde las hubiera), Al león de Nemea tuvo que vencerlo
ahogándolo en vilo para que sus patas no tocaran el suelo (en efecto, para
vencer a las tribus nativas pelasgas hubo que desarraigarlos de sus
territorios, haciéndolos emigrar a la Jonia de Anatolia) pues si tocaban “su”
tierra, renacían. El jabalí de Erimanto tenía que ser abolido como culto
totémico en la Arcadia. La limpieza de los establos de Augías mediante
su inundación rememora las primeras obras hidráulicas, claves en la formación
de los nuevos estados. Su trabajo de demolición de templos y cultos a la diosa
se extendió hasta el mar Negro en el mito de las aves de Estínfalo
(grullas), o el secuestro del toro de Creta, o el embridado de las
yeguas de Diomedes en la Tracia. Y si la diosa reinaba al oeste del oeste (tár-tar-o) Héracles tuvo que traerse las
manzanas del jardín de las Hespérides (Sicilia? Canarias?) y el ganado
de Geriones desde España. La suprema burla sería bajar al Hades,
reino de los muertos del que jamás nadie regresó, trayéndose consigo al can
Cerbero.
Podríamos
añadir otras influencias culturales como la incineración de los cadáveres. Héracles
prometió a Licimnio de Tesalia que le devolvería a su hijo Argeo tras su
expedición a Eubea, donde el joven murió, por lo que le incineró para cumplir a
su regreso su promesa, a saber, enterrando las cenizas en su tierra. El mismo
Héracles murió sacrificado en una pira. Pero estas historias las contaremos
otro día.
2. La crisis de Antonio Baños
“Esta crisis no es una crisis. Es una
revolución. La revolución de los ricos que pretenden el dominio absoluto, de
nuestro patrimonio y de nuestros pensamientos, basado en el miedo y la deuda, que genera obediencia servil a un nuevo estamento
señorial que se sitúa por encima de la geografía, del estado y de la ley. Este
nuevo estamento lo componen las elites financieras y empresariales que han
impuesto un nuevo orden social y social. Si no sabemos nadie lo que está
pasando, es sencillamente porque no ha pasado nada (por más que sean
demoledores los efectos en la economía y el empleo). El problema es de deuda.
Al endeudarnos accedemos (hipotecamos) nuestro futuro y se lo cedemos al nuevo
señor feudal. Lo que hay es una lucha de clases, pero ha sido la clase de los
ricos la que ha generado esta re(in-)volución”. Esto, y más, es lo que dice
Antonio Baños, periodista y escritor, residente en Barcelona. Me pregunto si
los de esta nueva clase, entre sus privilegios, recuperarán el derecho de
pernada.
3. Cirugía y no árnica…
… es lo que necesitan las hipotecas. “No es
caridad lo que requieren los desahucios , sino el fin de los privilegios
bancarios”, denuncia Gabriela Cañas. Cuando el Gobierno se sacó de la manga los
paños calientes del Código de la Buenas Prácticas, para que las pusieran en
práctica los bancos (“Cerrar los grifos antes de de salir, levantar la tapa
antes de orinar…, vais a ser buenooos?” “Síiiii…!”), éstos no han podido
aplicarlas por la sencilla razón de haberlas perdido: las confundieron con
papel higiénico. Insistimos en lo dicho aquí antesdeayer, 505.3, que se apruebe
por Ley, ya, la dación en pago. Que eso endurecería las hipotecas futuras? Y
qué? miel sobre hojuelas, ya que ello redundaría en un impulso del mercado de
alquileres, que es el que se necesita.
Pero
como la dación en pago no podría utilizarse como cancelación de la deuda en las
hipotecas vigentes, por su imposibilidad de hacerla retroactiva ya que los
documentos hipotecarios pueden estar en poder de terceros distintos del banco
prestamista, la solución estará en tasar
la vivienda embargada al mismo valor que el que sirvió para conceder el
crédito. Porque es justo y porque así se consigue de un modo automático
el pago de la deuda al embargarse la vivienda. Parches calientes o remedios ad hoc, dada la gravedad y la urgencia a
la que se ha llegado, no serían de recibo. Ni suficientes.
La
valiente acción de los jueces contra la aplicación de esta Ley obsoleta choca
frontalmente con los poderes, incluido el Poder Judicial. Cuando éste recibió
el informe sobre la Ley Hipotecaria que el mismo Consejo había encargado, no se
atrevió a hacerlo suyo sino que lo metió en un cajón. O lo utilizaron, también
ellos, como papel higiénico. Y es que insisto, a medida que ascendemos en las
instituciones a los de más rango, más porquería encontramos por el camino. Y
que cuando execramos a magistrados. eclesiásticos y políticos, no nos referimos
a todos sus miembros, muchos de los cuales pueden serlo de buena fe, sino a sus
cúpulas que son las que están podridas.
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