sábado, 17 de noviembre de 2012

507.3. Cirugía y no árnica

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3. Cirugía y no árnica…
… es lo que necesitan las hipotecas. “No es caridad lo que requieren los desahucios , sino el fin de los privilegios bancarios”, denuncia Gabriela Cañas. Cuando el Gobierno se sacó de la manga los paños calientes del Código de la Buenas Prácticas, para que las pusieran en práctica los bancos (“Cerrar los grifos antes de de salir, levantar la tapa antes de orinar…, vais a ser buenooos?” “Síiiii…!”), éstos no han podido aplicarlas por la sencilla razón de haberlas perdido: las confundieron con papel higiénico. Insistimos en lo dicho aquí antesdeayer, 505.3, que se apruebe por Ley, ya, la dación en pago. Que eso endurecería las hipotecas futuras? Y qué? miel sobre hojuelas, ya que ello redundaría en un impulso del mercado de alquileres, que es el que se necesita.
            Pero como la dación en pago no podría utilizarse como cancelación de la deuda en las hipotecas vigentes, por su imposibilidad de hacerla retroactiva ya que los documentos hipotecarios pueden estar en poder de terceros distintos del banco prestamista, la solución estará en tasar la vivienda embargada al mismo valor que el que sirvió para conceder el crédito. Porque es justo y porque así se consigue de un modo automático el pago de la deuda al embargarse la vivienda. Parches calientes o remedios ad hoc, dada la gravedad y la urgencia a la que se ha llegado, no serían de recibo. Ni suficientes.
            La valiente acción de los jueces contra la aplicación de esta Ley obsoleta choca frontalmente con los poderes, incluido el Poder Judicial. Cuando éste recibió el informe sobre la Ley Hipotecaria que el mismo Consejo había encargado, no se atrevió a hacerlo suyo sino que lo metió en un cajón. O lo utilizaron, también ellos, como papel higiénico. Y es que insisto, a medida que ascendemos en las instituciones a los de más rango, más porquería encontramos por el camino. Y que cuando execramos a magistrados. eclesiásticos y políticos, no nos referimos a todos sus miembros, muchos de los cuales pueden serlo de buena fe, sino a sus cúpulas que son las que están podridas.

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