3 Cartas 3
(El
País, Cartas al Director, 7-11-12)
1. ¿Recortes para qué?
Carmen Dorado Alvarez, de Badalona,
Barcelona, se queja con razón de que mientras “nuestro President se va de viaje
con un amplio séquito y se funde en una noche en un hotel lo que yo no gano en
un mes entero, no puedo evitar pensar que los recortes de mi nómina (y de los
gastos sociales) no son para paliar las necesidades de los que están en peor
situación que yo, ni siquiera para reducir el déficit, sino para costear los
caprichos de tantos endiosados que viven aferrados a sus poltronas y no se
conmueven por más que el país se hunda, todo un alarde de despotismo sin
fronteras”.
2. Endimión se come a sí mismo
"Con las innovaciones en tecnología, Internet
permite disfrutar de una gran cantidad de contenidos audiovisuales de forma
gratuita, pero debemos tener en cuenta, nos avisa Diana Codina Suaña, de
Solsona, las consecuencias negativas implícitas en estos cambios. Pues estos
comportamientos de los usuarios van en detrimento de la producción audiovisual,
ya que si no se paga por consumir estos contenidos, los creadores de los mismos
cada vez tendrán menos recursos para producirlos”.
3. Orgullosos de Caritas
El Secretario Provincial de CC.OO en Córdoba
se queja de que, en las actuaciones benéfico-sociales, a los que acuden a los
servicios asistenciales de Cáritas ésta los “hace pasar por la Iglesia para
poder llegar al economato, lo cual constituye una vuelta al pasado y una
dinámica tremenda en función de las creencias que se puedan tener. Este tipo de
situaciones se ha utilizado por los hermanos musulmanes o las mafias,
atendiendo a las personas necesitadas para hacerlas adictas o adeptas”. Enric
Barrull Casals de Girona protesta por “esta comparación más que desafortunada”,
ya que “el economato que han abierto en Córdoba abastece a 200 familias
necesitadas que pagan solamente el 20% del valor de lo que adquieren. Una mafia
de la que se sienten orgullosos de que exista”. ¿Contesta realmente Caritas a
la queja del líder sindical? ¿Con cuál de los dos os quedáis?
Yo recuerdo que en mis tiempos, y mucho más tarde, según parece hasta hoy, los días festivos que había cine, a los que iban a misa por la mañana les grababan un sello en la mano que les permitía por la tarde entrar en la sala para la proyección. Todo el día con la tinta del sello en la mano, qué guay! vendrá de aquí el gusto por los tatuajes?
Yo recuerdo que en mis tiempos, y mucho más tarde, según parece hasta hoy, los días festivos que había cine, a los que iban a misa por la mañana les grababan un sello en la mano que les permitía por la tarde entrar en la sala para la proyección. Todo el día con la tinta del sello en la mano, qué guay! vendrá de aquí el gusto por los tatuajes?
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