sábado, 3 de noviembre de 2012

493. reflexiones y otros disparates del día (3/11/12)

Ministros con problemas cerebrales.
(Y que no son ictus precisamente)
(Empleos, Educación y Sanidad dependen del milagro de Fátima que Báñez vaticina como una aparición. Cada uno de ellos es un caso, pero juntos, antes de ellos, antes que fueran desmantelados, formaban un marco de salarios paralelos que ayudaban a la cohesión social y menores desigualdades al favorecer la redistribución de la renta)

1. La descerebrada
Tras haber sido agraciada con una aparición en el santuario de su nombre, la ministra de Empleo, Fátima Báñez, vaticina sin reservas que ya “estamos saliendo de la crisis. Hay señales.” Y eso lo dice cuando todos, todos, sin discusión, hasta el propio gobierno, admiten que en el próximo año el PIB decrecerá todavía más y los parados superarán los 6 millones (27,4%). Parece que alguna otra descerebrada le ha echado las cartas del tarot. En su descargo digamos dos cosas: una, que la pobre es una simple comparsa del gobierno cuyos miembros, aplicando la retórica de la mentira que utilizan sin mesura, se están dedicando a una terapia social de la esperanza desmedida (el Mon-Toro, el de Windows, y hasta el Rey y el propio presidente), por más que suene a sarcasmo; dos, que su augurio tiene una base empírica, más aún,  científica, a saber, que por un lado en el número de parados se incluyen los funcionarios que han dejado su trabajo (ya saben, ésos que han echado a la calle los marcianos) y por otro lado aumenta el número de auto-empleados (autónomos) registrados. Lo que no sabe la pobre, porque no ha tenido ocasión de jamás experimentarlo, o porque su cerebro no da para más, es que este último dato delata el aumento de desesperados que, a falta de otra alternativa, optan por zambullirse en la economía sumergida. Como tampoco ha debido enterarse de que al gobierno le viene bien el paro para envilecer las condiciones laborales de los trabajadores. Y encima apostilla que lo suyo no es, como otros, un caso de “optimismo antropológico”.
            Sus muestras de entusiasmo serán un efecto del subidón que le produce saber que, además de los 230.000 empleados que ya van expelidos de la función pública, con el engorro que supone tener que despedirlos uno por uno, a partir de ahora ya tienen carta blanca para realizar despidos colectivos, a pala, a granel, “agua vaaa”! Ahora sí que van a disfrutar de lo lindo. Que se jodan!
Reflexión-disparate del Esqueleto: Con nosotros disminuyen los parados.
2. El descerebrante
Presionado por los barones del PP para blindar los colegios privados (concertados y subvencionados), la nueva Ley de Educación prevé la cesión de suelo público para construir este tipo de centros escolares con concesiones de suelo a empresas privadas durante 75 años a cambio de un módico canon. “Libertad de elección del colegio de sus hijos por los padres”, lo llaman ahora. El objetivo eufemístico de la nueva Ley es mejorar los resultados escolares y acabar con el abandono temprano de los estudios, de paso que acaban también con el derecho de huelga de los estudiantes. El Gobierno decidirá el 65% de los contenidos en las comunidades con lengua cooficial y el 75% en las demás. En realidad esta política educativa, adoctrinante -denuncia la oposición-, va “en contra de la calidad y de la equidad de la educación pública y la igualdad de oportunidades en el acceso a la educación y a favor del desmantelamiento del sistema educativo público, reduciendo los recursos e implantando una reforma profundamente ideológica, regresiva, segregadora y excluyente”.
        Nos quitan los colegios públicos (recortando sus gastos y su personal docente) y luego nos fríen a impuestos para financiar los colegios de los ricos.
3. Cerebro de mosquito
Ha desaparecido. Debe de estar hibernando. Con estos fríos… O quizás esté escondida debajo de la cama sin lectura de periódicos que puedan darle datos de los daños que su política de recortes en la Sanidad está infligiendo en enfermos, inmigrantes, desvalidos y ancianos. O debajo del sofá donde sigue buscando el informe que desaconseje la “píldora del día después”. O debajo de la alfombra esperando que, con el previsible aumento de fallecimientos por falta de atención sanitaria, al menos disminuya la tasa de parados.
        Un ejemplo entre miles de casos que deben de estar ocurriendo cada dia: Sara M., que padece una enfermedad inmunológica, había sufrido cuatro abortos cuando en 2011 logró tener un hijo gracias al fármaco Privigen. Este año Sara esperaba otro hijo. Pero en plenos recortes el hospital G. Marañón de Madrid ya no le facilitó el medicamento. La mujer ha perdido el bebé.
Como en el lecho de Procusto

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