
1. El Sandy es de izquierdas
(texto
escrito el lunes 29, antes de que el huracán Sandy llegara la costa americana)
Que en el programa de la Sexta “Al Rojo Vivo”,
presentado por Antonio García Ferreras, se debata sobre la posible influencia de la gestión
del huracán Sandy en Nueva York en el resultado de las inminentes elecciones en
EE.UU, es la gota que rebosa el vaso de mi paciencia con este programa. Programa
que me ganó por ser el único que cubrió en directo las manifestaciones del 25-S
(quizás para intentar verme dentro de la muchedumbre), cuando los canales oficiales
secuestrados por el Gobierno emitían series o cursos de cocina, pero que me ha
terminado pareciendo amarillo, histriónico, histérico: "todo por la audiencia".
Los que hemos vivido, o pasado temporadas, en
la costa atlántica norteamericana, sabemos que los huracanes estacionales que
nacen en el Caribe rebotan en la costa de USA por debajo de N.Y. para diluirse
de regreso en el Atlántico Norte. El desastre del Katrina en Nueva Orleans nos ha
marcado a todos como un trauma, pero los desastres naturales hay que tomarlos
como vienen, defendiéndonos de ellos como podamos. Y no pasa más de lo que
pase. Y punto. Que ocasionan destrozos? Y qué otra cosa
puede esperarse de un huracán de 1.300 km de frente? Es posible que cause pérdidas
humanas, pero eso mismo ocurre con muchos otros desastres naturales.
Los cubanos, con fuertes servicios públicos centralizados, están preparados para recibirlos, burlarlos, y celebrarlos cuando han pasado. Eso es lo que ponen a prueba los huracanes, que los Estados protejan a sus ciudadanos (en la izquierda) en vez de dejarlos “auto-regulados” (en la derecha). Por el contrario, las carencias de los servicios públicos en USA son causa de calamidades como ocurrió en Nueva Orleans, lo que hizo tambalearse al ignominioso presidente Bush Jr.
Y eso es lo que los republicanos esperan del Sandy ahora. Por eso en
sus cultos mormones a los Santos de los Ultimos Días y al Angel Moroni algunos rezarán
para que las ruinas sean máximas y con ellas arrastren al Moreno de Illinois.
Los cubanos, con fuertes servicios públicos centralizados, están preparados para recibirlos, burlarlos, y celebrarlos cuando han pasado. Eso es lo que ponen a prueba los huracanes, que los Estados protejan a sus ciudadanos (en la izquierda) en vez de dejarlos “auto-regulados” (en la derecha). Por el contrario, las carencias de los servicios públicos en USA son causa de calamidades como ocurrió en Nueva Orleans, lo que hizo tambalearse al ignominioso presidente Bush Jr.

2. El PSC catalán debate sobre si separarse del PSOE
español
El partido socialista catalán se expresa en
el sentido de apoyar el referéndum sobre el tema de la controvertida
independencia catalana, si bien adelanta que su voto sería en contra de dicha
independencia. El PSOE desde Madrid le contesta que la opinión del partido es
que tal referéndum no tiene cabida fuera del marco legal que lo regula
constitucionalmente. El partido socialista catalán, entonces, se separa de la
línea oficial centralista del PSOE reclamando su autonomía para aprobar el
referéndum aunque reprobando que se apruebe con su voto. Así mismo, proponen
realizar una consulta dentro del PSC sobre la conveniencia o no de separarse
del PSOE, aceptando en principio que los miembros del partido se pronuncien
sobre el tema pero adelantando que se votará la no separación. Los pocos
votantes que les quedan se reúnen en asamblea independiente para debatir sobre
el lugar a donde van a pasar un día de campo la fecha en que se vote lo que
sea.En cuanto al derecho a opinar ellos solos sobre el tema de la controvertida independencia catalana, más madera. Opina J.M. Ruiz Soroa que la sociedad catalana está legitimada para decidir si prefiere separarse de la española pero, si se queda en España, no puede decidir cómo y en qué condiciones se queda, si tales condiciones se sitúan fuera de la Constitución, porque eso es algo que sólo la sociedad que llamamos España puede decidir. En otras palabras, si Cataluña quiere reivindicar un estatus distinto, podrá plantearlo e intentar conseguirlo mediante el diálogo pero el derecho para modificar la Constitución, a fin de ampliar las posibilidades y grados de autogobierno, es un derecho del conjunto de los ciudadanos españoles.
3. “Multa” por preguntar

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