martes, 7 de agosto de 2012

397. reflexiones y otros disparates del día (7/8/12)

1. El deporte no es cultura
Es subcultura. Me refiero al actual, al profesional, al que vemos en la tele. "bueno, sí..., la verdad que..." Es un mundo sumergido en la incultura, la superstición, el analfabetismo (la mayoría). La mayoría se persignan antes de entrar en liza, repeliendo con ello los malos espíritus (claro que si les tranquiliza, por penoso que resulte, les sirve). "Bueno, sí..., la verdad que...". Si lo hacen mirando al cielo, es que impetran la ayuda divina (será de sus dioses, distintos de los del contrincante que puede suplicarles justo lo contrario). Muchos cruzan los dedos, acarician la tabla de la mesa, rozan con la raqueta la red..., "bueno, sí, no..., la verdad que...", a cual más absurdo de los rituales. Y de ellos se contagian los cronistas deportivos que, no sabiendo cómo rellenar los tiempos muertos, nos inflan con epítetos tales como maravilloso, evidentemente, maravilloso, lógicamente, maravilloso, increíble,  utilizan estadísticas como augurios y conjuros, empatizan con los deportistas cuando ganamos, los repelen cuando pierden, hacen patria cateta y barata con sus comentarios, y entrevistan a todos por igual: "¿qué taaal...? ¿cuáles son tus sensaciones por haber ganado?" (o perdido) y se quejan si la respuesta no es ingeniosa u original. Lo dicho, pura subcultura, y como en el mercado de verduras, a grito pelado.
2. Hay que barrer todas las instituciones
Del Gobierno y el Parlamento, satis. Me refiero a su falta de legitimación, por no conectar con la ciudadanía. Ya hemos hablado bastante en cuanto a la necesidad de regenerarlos desde cero. Pero escuchen ahora algo sobre el TC. Vienen tardando una media de 10 años (sic, diez, 10) en resolver los recursos constitucionales. Por ejemplo sobre la inconstitucionalidad pretendida por el PP para los matrimonios homosexuales llevan demorando su respuesta desde hace siete años. Durante ese tiempo la Constitución pierde legitimidad al no ser aplicable mientras duren los recursos, es el catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad Pompeu Fabra, Marc Carrillo, quien lo asegura. Pero vosotros y yo sabemos el motivo de esa conducta irresponsable. Después de la vergüenza de Dívar, que sigue coleando, los vocales del TC aceptan publicar sus remuneraciones pero ay! amigo, sus horarios que nos se los toquen. O sea, que todos disfrutan de los fines de semana caribeños! (de 4 ó 5 días) que el beato ex-Presidente disfrutaba. Y con ese ritmo de trabajo, cómo van a estar al día !? Ahora lo entendemos, no pegan ni golpe! Ahora entendemos los retrasos en dictar sentencias, tanto que muchas nacen ya muertas. Yo imagino que, dado el personal con que nos encontramos, todas las instituciones del Estado deben estar igual, más o menos, de corruptas, por lo que procede un barrido general, y refriegas de lejía y sosa cáustica, antes de dar paso a una nueva generación política, en la nueva fase que propugnamos y que esperamos tenga su oportunidad en este mismo año.
3. Estanflación, deflación
Se trata de términos sobre cuyo significado me habéis preguntado, como si yo fuera economista. Y no lo soy. O sea que lo que voy a decir si no es correcto, que nos escriba alguien y nos lo diga. Una economía en recesión es la que no avanza (incluso anda hacia atrás). Y no olvidemos que la economía es como una bicicleta que si no anda, se cae. En esa situación el IPC no aumenta, pues se contagia del letargo. (Parálisis cerebral y motriz parecida al rigor mortis, para conjurar lo cual esta página se llena de dibujos animados.) Pero si el IPC aumentara, a pesar de la inmovilidad de la actividad económica, estaríamos ante una estanflación (estancamiento con inflación). Aún cabe algo peor, a saber: que la economía esté en recesión, crecimiento negativo, y encima los precios suban, y a eso lo llaman deflación, que es difícil que ocurra, pero a veces pasa, como es nuestro caso ahora en que el IPC está por encima del 2 aunque la economía de abril a junio haya "decrecido" en un 0,4. Y estos capullos, con la política de austeridad, nos recetan y dan ajustes como sedantes, castrantes y paralizantes. Estamos dando pedales marcha atrás!
Me corrigen: en la deflación decrece la economía tanto como el IPC (los precios). Y yo me pregunto, cómo lo llaman cuando, a pesar de retroceder la economía, los precios suben?
 

Expertos en el IVA nos explican cómo nos afectará su incremento. Y se les entiende todo:

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