lunes, 6 de agosto de 2012

396. reflexiones y otros disparates del día (6/8/12)

1. Euro, si; euro, no
Gabriel Tortella, eminente profesor emérito de la Universidad de Alcalá, se considera con autoridad suficiente para amenazarnos, cual profeta bíblico, con los terribles males que caerían sobre nosotros si saliéramos del euro(*). Y así, asegura que aumentaría la inflación (ojalá), se contraería el comercio internacional (¿!?), huirían los capitales (a enemigo que huye…), crecería el paro (más todavía?), se hundiría el nivel de vida (si lo dice él…), sobrevendría el caos económico (ya puestos…) y Europa se convertiría en un agujero negro (toma ya!). Hay quien dé más? Y todo gratuitamente, sin datos ni argumentos que lo soporten. Y remata la faena: para solucionar todo lo cual, necesitamos un Super-Ministerio de Hacienda Europeo y emisión de eurobonos. Y ya está. Con lo cual ya se puede ir a dormir tranquilo. Pero acaso queda alguien que no clame por esas medidas urgentes? La cuestión es precisamente ésa, que no los tenemos. Como tampoco tenemos ya tiempo. Y entonces qué se puede hacer? Sin ese Banco Central único emisor, qué sentido tiene mantenerse en el euro? Soy un devoto del euro, pero el euro como moneda única. Porque el euro se convierte en una trampa mortal si no es la misma moneda, igual para todos. Y no lo es. No podemos considerar como moneda común a un euro que tiene tipos de interés distintos, según qué países. Y un euro falso, que no es una moneda común, se convierte en una trampa mortal que no nos sirve para nada más que para asfixiarnos en la agonía que estamos padeciendo, y que antes sufrió Grecia.
     Ya en la entrada 380.2 de 20 de julio escribíamos: “La salida del euro como alternativa: Ha llegado el momento de jugar fuerte, aquí o jugamos todos o rompemos la baraja. Somos devotos del euro, pero no del que no hay. El euro no es nuestra moneda común al tener distintos tipos de interés según países. Además no podemos disponer de ellos “sin límite”, lo que nos igualaría a todos y eliminaría la prima de gestión y consiguiente diferencia de intereses. Algo que sí ocurriría si pudiéramos emitir con nuestro propio banco central, esto es, en pesetas. Así que señores de Frankfurt y Bruselas, o tenemos el euro de verdad, igual para todos y sin más límite que la del mercado (o sea, la demanda de masa monetaria, ¿no están aplicando a rajatabla las leyes del mercado?) o volvemos a nuestra moneda y con ella podremos ignorar los mercados financieros y dedicarnos al crecimiento de la economía productiva”.
      Y ahora lo repetimos. Sin rubor. Y a gritos, si hace falta. Tenemos que emitir pesetas, ya, utilizando las dos monedas, el euro y la peseta, si nos conviene y nos dejan, durante un tiempo de transición, tiempo que durará hasta que se estabilicen los mercados financieros. Que cómo se hace eso? Que llamen a los técnicos. Pero sólo después de que esta decisión haya sido tomada.
(*) Es autor del libro Para comprender la crisis que anotamos aquí para no leerlo.
2. La peste de los políticos
Ya hemos insistido en que la política corrompe todo lo que toca. Pura metástasis. Hasta a las madres, lo más sagrado que hay, que las haces políticas y se convierten en suegras. Mirad el tema de las Cajas: fueron los políticos los que gobernaron las Cajas y las saquearon hasta el fondo y más, pues las dejaron tremendos agujeros. Hasta dos bancos, los que se politizaron, el Banesto de Conde y la Catalana de Pujol, al hacerse políticos se fueron al carajo. Pero no atribuyamos al sistema (financiero, en este caso) una naturaleza corrupta y perversa que sólo estuvo en los que lo politizaron, o sea, los políticos. Ahora está de moda despotricar contra los servicios públicos, por su ineficacia, su corrupción, que sólo es imputable a los que los gestionaron de un modo incompetente y delictivo, o sea, los políticos. El eficiente sistema autonómico se ha desmadrado…, por qué? porque está mal diseñado? no, por sus administradores, los políticos. Y así, toquen lo que toquen verán que todo lo que tocan los políticos lo convierten en mierda. Es a ellos, pues a los que hay que fulminar, a los po-lí-ti-cos. Cuando dimita este gobierno, lo primero que hay que hacer es encerrar a los corruptos y reformar la ley electoral regulando el estatuto del diputado, su sueldo, su precariedad y su espíritu de servicio.
3. Maravilla de país
País de las maravillas. Escuchen, escuchen a esta emigrante cuyo Master ejerce fregando platos en un restaurante del norte: “Nos echan. Nos regalan como esclavos a países del norte. Y a nadie parece importarle. Acabará la crisis y muchos trabajadores cualificados estarán trabajando fuera. Y a nadie parece importarle”. País donde el presidente del TC y del TS roba dinero público sin que le pase nada y encima ahora lo indemnizan con 208.000 €; donde el megalómano Fabra, después de 8 años burlándo(se de) la Justicia, bloquea de nuevo su proceso penal en la Audiencia; donde fray Gallardón se pavonea mientras anuncia nuevas torturas a las mujeres embarazadas con malformaciones en el feto; donde Pujol Jr. amaña concursos en el entorno de CIU; más todos los que colean y quedarán irresueltos; donde el que se comporta como masoca en Alemania con Merkel practica cada viernes en España el sadismo con los que le votaron… El humor negro y la picaresca no fueron opcionales, nos fueron impuestas para la supervivencia.

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