miércoles, 22 de febrero de 2012

222. reflexiones y otros disparates del día (22/2/12)

En apoyo de Garzón, de la decencia y del sentido común







 ánimo, tuiteros! 

(esto no podemos dejarlo así) 


"Yo acuso y condeno al T.S. por prevaricación"
Pero como carecemos de los instrumentos coercitivos y legales para inhabilitarles de por vida (la re-generación pasa por el cambio de generación)  nos constituimos en tribunal popular,  virtual y callejero a través de las redes para hacer pública nuestra condena y nuestra indignación.

(No se trata de reincidir en el tema Garzón sino de dar al caso la relevancia que merece. Para ello traemos tres referencias -sin haberles pedido permiso para ello-: E.Gil Calvo, J.Yoldy y S.Carrillo)

1. Legitimando su deslegitimación
No se trata de demostrar ni comentar la falta de legitimación de este santo Tribunal de la Inquisición que ha quedado patente a lo largo de los procesos y de este mismo blog. Así que la damos por supuesta. Lo que queremos desvelar aquí es el sentimiento de culpabilidad y consiguiente huida hacia delante de los miembros del tribunal que, una vez iniciados estos absurdos procesos penales, no han tenido más remedio que apechugar con el disparate. Pero como tenían que legitimarse, por lo menos ante sí mismos, tuvieron que formar una piña (corporativa) para no mostrar fisuras que habrían permitido recusarles por ilegitimidad, y al condenarle por unanimidad, a Garzón como prevaricador, dejaron patente y flagrante su falta de legitimación, la del Tribunal prevaricador. Es más, se atreven a amenazar a quienes discrepen de su barbaridad (que es lo mismo que decir su falsa legitimidad). En frase de Gil Calvo: la unanimidad  coral se explica porque el T.S. “no estaba tanto juzgando al acusado como juzgándose a sí mismo, lo que le llevó en consecuencia a absolverse al unísono como órgano colectivo."
2. Lo absuelven para condenarlo
En el segundo de los procesos, el de cohecho y también prevaricación, ya puestos, por los cursos en la Universidad de Nueva York, una vez sacrificado Garzón en el juicio anterior éste ya no les hacía falta (lo tenían en reserva). Insistir sobre él se habría vuelto contra el propio Tribunal por lo zafio de la acusación (que ni siquiera estaba acusado por el fiscal!). Pero el cruel ensañamiento no tiene límites, a ello le obligan los propios términos, y aprovecharon el texto de la sentencia para ensuciar a Garzón más si cabe todavía, “absolviéndole” por prescripción (tema de plazos) pero dejando constancia de su baba al insinuar que delito, lo que es delito, lo había. Realmente exigían pruebas de pago que Garzón aportó pero que el Tribunal rechazó como pruebas para luego condenarle (por falta de pruebas?). Ya hablábamos aquí de surrealismo judicial, lo recuerdan? En frase textual de José Yoldi: archivando el caso por prescripción, el ponente “dejó un relato en el que arrastra a Garzón por el fango al dar por supuesto que cometió cohecho, un relato que no son los hechos probados en la sentencia, es decir, una iniquidad de la cual, al archivarse el caso, (Garzón) no puede defenderse. En la absolución, yo te condeno”.
3. Quieren amedrentarnos
En el galope tendido con que el gobierno actual nos lleva al desgobierno total de los servicios públicos, sanidad, educación y asistencia social, así como de los mercados tanto laborales como financieros, utilizan, cómo no, la terrible arma del amedrentamiento. En eso coinciden con el Tribunal Supremo que amenaza, como parte de la nueva filosofía reaccionaria, y no sabemos bien con qué, a quienes osen criticarles por sus últimas sentencias. Textualmente, dice S.Carrillo: “La condena del juez Garzón es un síntoma de que la salud de nuestra democracia está tocada. Está creciendo el miedo, y los españoles sabemos por experiencia lo que puede ser el miedo como paralizante del espíritu cívico. (La reforma laboral ahora) crea la idea de que esto es una fatalidad contra la que a los ciudadanos no les queda más remedio que resignarse, lo cual acrecienta el miedo… Amenazar a los que critican estas sentencias tiene que ponernos en guardia contra una posible involución. Hay que impedir que vuelvan los tiempos del miedo”.

Y por eso, puestos en pie, señalamos con el dedo y acusamos y condenamos por las redes a los que han cometido a sabiendas prevaricación.

Interesados en sumaros a esta propuesta, podéis asomaros aquí: 

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