martes, 21 de febrero de 2012

221. reflexiones y otros disparates del día (21/2/12)


El futuro que nos espera..., o mejor, que ya está aquí

1. Futuro cavernícola
Cuando utilizábamos epítetos como hediondas, disparatadas, prevaricadoras… para referirnos a Altísimas instancias del Estado, y a sus decisiones sobre el caso Garzón o de Marta del Castillo, no estaba en nuestro ánimo insultarlas sino más bien diagnosticarlas, por si  hubiera algún modo de ponerles remedio. Porque en la línea que marca el proceso de Garzón, si mañana les da la ventolera pueden inhabilitar a Nadal para el tenis, o a Arguiñano para cocinar o a Messi para jugar al fútbol. Pero mucho nos tememos que el marco en que se desarrollaron los últimos procesos judiciales y el tono con que nos apestaban, no son precisamente del diálogo y aún menos de la autocrítica. Más aún, es previsible, según se rumorea, que a fin de defender su sacrosanta dignidad recuperen instituciones ya superadas como la del desacato judicial, con el fin de evitar estos inaceptables improperios. Y ya puestos, que lo hagan con efecto retroactivo. Lo cual no cabe en el derecho penal, pero visto lo visto, éstos se atreverán con lo que sea.
2. Paradojas subrealistas
Por más vueltas que le doy no acabo de asimilar que la gente vote a favor de aquéllos que quieren gobernar para despojarles de su protección social y sus derechos. Suicidio? masoquismo? síndrome de Estocolmo? Krugman desvela algo parecido en USA cuando nos informa que, a pesar de que la filosofía política republicana (conservadora, incluso reaccionaria) enseña que hay que arrumbar al Estado en el trastero y depender lo mínimo posible de él, son los estados más conservadores los que más dependen de las transferencias gubernamentales, como el subsidio de desempleo o la asistencia médica para los más necesitados (Medicare), que para los conservadores son un “narcótico de la dependencia ... que fomenta la pasividad y la pereza”. Así que las regiones más enemigas de las subvenciones son las más subvencionadas. O sea que los mismos que viven del subsidio, o “limosna”, “gorrones”, votan luego a los que en el Congreso van a luchar contra las propias subvenciones. Incluso nos enteramos de que no es que Obama haya ampliado la cobertura de los seguros sociales sino que la crisis y consiguiente reducción de los salarios ha metido más gente subvencionada dentro de la cobertura ya vigente. Una explicación que se nos da sobre estas incongruencia es que los republicanos suelen ser creyentes y los que los votan lo hacen por empatizar con sus creencias. Esta razón serviría también para explicar el resultado de nuestras últimas elecciones, confirmando nuestra idea, ya repetida, de que el terrorismo de conciencia (religioso) se alía, desde siempre, con los poderes más conservadores. Para complicarlo más todavía, las creencias del norte protestantes son más afines al capitalismo mientras que las del sur son más fatalistas, ya saben, lo que tenga que pasar, pasará. Y así nos va.
3. Valores de la derecha posmoderna
En la entrada 27.2 del 27/7/2011 les proponíamos el juego de un test para detectar ramalazos de izquierdas o derechas en cada uno de nosotros. Hoy se acentúa cierto rasgo que conviene diagnosticar si no queremos perdernos. Se trata del modelo republicano americano, objeto de culto para los europeos de Merkozy y obedecido servilmente por los gobiernos españoles de turno, a saber: la desregulación total, de los mercados y hasta de la sanidad y educación que, con tal de no entregársela al Estado, querrían dársela a las propias familias (ese fue el inicio del apartheid). En la última reunión para nominar el candidato conservador norteamericano, la mayor ovación se la llevó la noticia de que en Texas se habían ejecutado a 234 presos. Nuestros recortes de gastos sociales y la reforma laboral van también en esa línea de “cada palo que aguante su vela… y el enfermo, el anciano o desvalido allá se las componga o que perezca”. Es la selección natural de Darwin, aplicada en el área económica al tiempo que la rechazan en la biológica. Cabe mayor contradicción? Pues cabe, ahí va esta otra: relegando al marginado, anciano, enfermo, por ser parásitos que ya no pueden valerse por sí mismos, cómo se atreven a enarbolar la bandera de cristianos? porque se apropian de la bandera nacional y de los palios de la Semana Santa. Con la reforma laboral, por ejemplo, un enfermo será cada mes más pobre (reducción del salario por la baja de enfermedad), él  y su familia, por no poder valerse por sí mismo. “Si eso no es lo contrario de la piedad y la miseria, reflexiona y apostilla Javier Marías, si eso no es crueldad y ensañamiento con los desamparados y los desventurados y los débiles, que venga el Cristo al que adoran y sea él quien lo vea”

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