domingo, 27 de noviembre de 2011

147. reflexiones y otros disparates del día (27/11/11)

1. Estado, todo o nada
Si hubiera que definir de un modo drástico, y por tanto algo simplista, la derecha de la izquierda en los tiempos actuales, diríamos que la primera quiere el máximo beneficio y rápido en un ámbito global, la especulación y los paraísos fiscales, mínimo de impuestos, y la desregulación de los mercados en un Estado pasivo limitado por el principio de subsidiariedad, en el doble sentido del término: que no intervenga más que en los casos totalmente necesarios... y que subsidie a la clase dominante mediante infraestructuras, formación del personal y fomento de la industria en general. En este marco se encuadra la FAES. Por el contrario, la izquierda quiere un Estado protector que, recabando recursos financieros mediante impuestos progresivos, haga igualitarios a los miembros de la sociedad mediante escuelas públicas y sanidad gratuidas, así como otras prestaciones sociales (paro, jubilación, dependencia...). El peligro de la izquierda es el wishful thinking, confundir la realidad con la ilusión. No se pueden buscar alternativas a situaciones de crisis o injustas cuando no las haya, pues "oponerse a una realidad que tiene alternativas es rebeldía, pero oponerse a una que no las tiene es simplemente inmadurez", asegura Luisgé Martín. Y lo dice a cuento del pragmatismo que debe regir en la política, acomodando la ideología a los valores y necesidades de cada momento. Ya sé que esto ha quedado un tanto críptico, para no aceptar abiertamente la fuerza de los mercados en la actualidad, pero también es un aviso de que la alternativa será clara cuando la desigualdad económico-social que se nos viene encima, ya, nos explote en plena cara y justifique un estallido social.
2. Izquierdas nacionalistas
Entiendo lo local, cómo no lo voy a entender? Más aún, sé que profundizando en lo local nos hacemos universales. Y aún más, no me creo que sea universal alguien que reniega de su localidad. Así que nacionalismos, todos. Pero sólo en el sentido de patria chica, donde nos formamos como humanos, con nuestra personalidad. De ahí a proclamar la exigencia de formaciones territoriales políticas fragmentadas en un tiempo en que tenemos que ceder soberanías para formar estructuras políticas supranacionales, media un abismo de impostura, infantilismo e irracionalidad. Es más, implica un estado de inmadurez social y política al confundir los tiempos actuales con los momentos que pudieron justificar, o al menos explicar, el movimiento de ETA bajo una dictadura, pero que hoy sólo se mantendría por inercia. Y más aún otra vez, el movimiento socialista (o de izquierdas) conlleva en su propia naturaleza la universalidad incompatible con un localismo cerril y cateto que no podemos aceptar. El nacionalismo es un movimiento político de extrema derecha, que sus simpatizantes no se llamen a engaño. Calificar al nacionalismo de izquierda es insultar a la inteligencia y a muchos ciudadanos. De izquierdas..., y nacionalistas, pero dónde váis? a ver si despertáis de una vez ya.
3. Mujeres musulmanas
Reproducción textual de El País de 24/11/11: Gulnaz, una mujer afgana víctima de violación ha sido condenada a 12 años de cárcel por adulterio debido que su agresor, el violador, estaba casado. La mujer debe decidir si contraer matrimonio con su atacante, para evitar la prisión, lo cual aceptará por su hija de dos años, fruto de la propia violación. "Así mi hija podrá seguir teneiendo madre". Lo peor es que esto ya no es noticia, sino que es tan abundante que resulta normal. Y luego dicen que si el Corán respeta a la mujer..., ni lo sé, ni me importa. Lo que me interesa es la realidad de la sociedad musulmana donde la mujer sometida justifica una reacción internacional.

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