Si
vis pacem, para bellum, decía el adagio latino. Y es cierto que cuando una
comunidad primitiva se organizó con un ejército, todas las demás tuvieron que imitarle,
aunque sólo fuera para defenderse.
En la entrada 2649 no me pude controlar y me expresé sobre el “pacifismo”: “Y vosotros, los "pacifistas" de buena fe, ya podréis dormir tranquilos, aunque hayan sido secuestrados 20.000 niños arrancados de sus familias ucranianas, y sopotocientos muertos, y un millón o más de desplazados por culpa de la invasión rusa con no sé cuántos más que se han quedado con lo puesto y sin vivienda, pero podréis dormir en paz con vuestra conciencia, quizás también podréis celebrarlo con champán. ¿Cuántas afrentas más habríais estado dispuestos a soportar con tal de conseguir LA PAZ? ¿a cualquier precio?
Lo que está claro, al menos para Lola Pons, es que nuestros gobiernos (de la UE) deben unirse para defender a Ukrania con algo más que un “detente bala”, o sentará un precedente peligroso de dejación ante la ambición geopolítica rusa. Y Jesús A. Núñez Valverde denuncia la contradicción de algunos de los miembros de la UE entre el clamor unánime por una autonomía estratégica y en contra de una autoridad política europea con decisiones por mayorías simples (sin vetos).
No cabe, sin embargo, un ejército europeo sin una previa integración europea. El S.G.de la OTAN, M. Rutte, con su filia austérica sigue vetando cualquier iniciativa global, mancomunada, lo que imposibilita el ejército europeo con su propio Estado Mayor. Y encima se complica más la cosa con su coordinación con las fuerzas de la OTAN si es que ésta sobrevive pese al bocazas norteamericano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario