En febrero de 1919 se consiguió en Cataluña limitar a jornada laboral a 8 horas diarias. Desde 1983 con Felipe González se redujo la jornada pasando de 48 horas (8 horas diarias, 6 días a la semana) a las 40 actuales (8 horas diarias 5 días). Y la productividad se incrementó un 53%, todo según Carlos Cué.
Hay formas diversas de ser feminista, historias distintas de migración, modos diferentes de identificarse con la nación, por lo que el feminismo deberá acoger en su seno diferentes reivindicaciones y nadie tiene derecho a considerar un traidor a quien sienta la pertenencia nacional de otro modo. Las mayorías y las minorías viven en mundos muy distintos y tampoco los marginados comparten la misma experiencia de represión… El combate por el reconocimiento del pluralismo comienza con el reconocimiento del pluralismo interior en aquella identidad que aspiramos a que sea reconocida. (Innerarity dixit.)
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