viernes, 12 de julio de 2024

2532 (V 12/7/2024) El experimento del mono y el pepino. Y muertos por desenterrar

 

Hace veinte años se puso en marcha un experimento tan revelador como divertido. Dos monos capuchinos, en dos jaulas vecinas, tenían que completar una actividad simple para recibir una recompensa: un trozo de pepino. Al recibirlo, lo comían agradecidos. Pero en una de las rondas, los primatólogos Sarah Brosnan y Frans de Waal le dieron un premio distinto a uno de ellos: una uva, mucho más valorada. Al verlo, el que recibe el pepino se lo tira airado a la investigadora. Lo que nos atrae es el sentido de la injusticia de estos pequeños monos.

       Hay otro caso que demuestra que compartir los cuidados no es algo exclusivo de los humanos: el de Tina, una niña valenciana neanderthal con síndrome de Down que sólo pudo sobrevivir por la atención que les prestaron en su familia.

https://gicd.inf.um.es/csidinfo/wp19/lo-que-revelan-sobre-nosotros-el-mono-que-lanzo-un-pepino-y-la-nina-neandertal-con-sindrome-de-down/


https://larepublica.pe/ciencia/2024/06/30/conoce-a-tina-la-primera-nina-neandertal-con-sindrome-de-down-a-quien-dieron-carino-para-que-sobreviviera-964620

 

Más de 50.000 republicanos asesinados en la guerra civil siguen esperando a ser desenterrados y a punto de volver a perder otra guerra: la de su olvido. Porque cada día que pasa será más difícil identificarlos al fallecer los descendientes de los represaliados que perdieron su vida en defensa de la legalidad democrática vigente. Sacarlos de debajo de la tierra sería el primer paso para nombrar esas muertes violentas como lo que fueron: delitos de lesa humanidad. (Por no hablar de la restitución de sus bienes saqueados y otras tropelías.)

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