Me molesta leer titulares llamativos que no reflejan bien su
contenido. “Sabes que con ese titular tú lo vas a
petar, que va a haber polémica y se va a liar parda… Yo pensaba que era algo de
lo que se iba a librar la prensa, y ha entrado con más violencia que en la
televisión. Eso tiene muy poco que ver con el periodismo. Eso tiene que ver con
los resultados, con la rentabilidad. Por eso estamos llenando los medios de
titulares que son una auténtica mierda”. Evole dixit. Y yo.
Évole también
lamenta que haya dirigentes políticos que solo quieren salir en medios afines
(unos en la SER, EL PAÍS o en La Sexta, y otros que solo responden al Abc, El
Mundo o la Cope). Él defiende que eso es un error muy arraigado en los
asesores y que debería romperse. “Las entrevistas quedan mejor en campo
contrario. Cuando tenemos un invitado que claramente se sabe que no es de nuestra
línea editorial, despierta mucho interés”. Por eso cree que acudir solo a
medios que confirman tus creencias es una mala estrategia: “Acabas tratando a
la audiencia de imbécil”. Y luego matiza: “También tiene que haber un esfuerzo
en este país por parte de los lectores, de los oyentes, de los espectadores, de
ver, leer y oír aquello que no queremos ver, leer ni oír... Si no, acabas
metiéndote en una especie de universo muy particular tuyo, en el que no te
enteras de nada más que de lo que pasa ahí.”
“Ahora, de golpe y porrazo, nos
encontramos con nuevas nomenclaturas y con nuevos tipos de relación. Yo hasta
hace nada no sabía lo que era un género no binario. Pues oye, aplícate a ello,
entérate. Claro, cuando ya teníamos LGTBI resulta que hay tres letras más.
Tampoco es tan complicado. Pero hay que hacer el esfuerzo, hostia”.
El texto
completo de Ricardo de Querol es:
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